Estados Unidos

Trump recibe carta de Kim y confirma cumbre en Singapur

La mano derecha del líder norcoreano visitó el viernes al presidente en la Casa Blanca.

El presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó el viernes que el próximo 12 de junio se reunirá en Singapur con el líder norcoreano, Kim Jong-un, en el primero de lo que podría ser una serie de encuentros para abordar el programa nuclear de Corea del Norte y promover la paz en la región.

Ocho días después de cancelar su reunión con Kim debido a un comunicado "hostil" de Pyongyang, Trump recibió en la Casa Blanca al que se considera el número dos del régimen norcoreano, Kim Yong-chol, y habló con él durante casi una hora y media antes de anunciar que la histórica cumbre sigue en pie, en su fecha original.

"Nos reuniremos con el dirigente (norcoreano) el 12 de junio, y creo que probablemente va a ser muy exitoso, que en último término va a ser un proceso muy exitoso", dijo Trump a periodistas.

"Cancelé la reunión en respuesta a un comunicado muy duro, y ahora creo que hemos superado eso, lo hemos superado completamente. Y ahora vamos a negociar, vamos a empezar un proceso de verdad (...). Creo que vamos a tener una relación, y comenzará el 12 de junio", agregó.

Trump cerraba así una semana llena de suspense sobre el futuro de las negociaciones con Pyongyang, y volvía al guión original gracias, en parte, a un exitoso encuentro en Nueva York este jueves entre el número dos del líder norcoreano y el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo.

El presidente advirtió, no obstante, que el diálogo sobre la desnuclearización de Corea del Norte no puede resolverse "en un par de horas" y que "probablemente" habrá otros encuentros de alto nivel después del 12 de junio.

"No vamos a llegar y firmar algo el 12 de junio, y ese nunca fue el caso. Vamos a empezar un proceso. Y hoy les he dicho (a los norcoreanos): tómense su tiempo, podemos ir rápido o podemos ir lento, pero creo que ellos quieren que algo (positivo) pase", sostuvo el mandatario.

Trump volvió a afirmar que su reunión con Kim podría dar paso "quizá" a "la firma de un documento" que ponga fin a la guerra entre las dos Coreas, que técnicamente siguen enfrentadas porque el armisticio de 1953 nunca fue reemplazado por un tratado de paz.

"Hemos hablado de acabar con la guerra", afirmó Trump.

El número dos de Kim, un exjefe del servicio de espionaje norcoreano que está sancionado por EEUU, había viajado a Washington desde Nueva York para entregar a Trump una carta en la que el líder norcoreano expresaba su deseo de mantener en pie la cumbre del 12 de junio, según adelantó el diario The Wall Street Journal.

En sus declaraciones a la prensa, Trump dijo primero que era "una carta muy amable" y "muy interesante", pero unos minutos después reconoció que en realidad no había visto todavía la misiva.

"No la he abierto a propósito. No la abrí delante del director. Le dije, '¿quiere que la abra?' Y me dijo, 'puede leerla más tarde'", aseguró Trump, quien bromeó con que quizá le esperaba "una gran sorpresa" en la carta.

No obstante, valoró su encuentro con el lugarteniente de Kim, al asegurar que lo que iba a ser una simple entrega de una carta "acabó siendo una conversación de dos horas con el segundo hombre más poderoso de Corea del Norte".

"Hemos hablado sobre casi todo. Hemos hablado sobre muchas cosas, y hemos hablado sobre sanciones", aunque "no sobre derechos humanos", explicó.

Trump confió en "que llegue el día en que pueda levantar" todas las restricciones económicas a Pyongyang y aseguró que ya no quiere "usar más el término 'presión máxima'" para describir su estrategia de sanciones a Pyongyang.

"Teníamos cientos de sanciones nuevas preparadas para implementarse (...), pero dije que no voy a imponerlas hasta que las conversaciones se detengan. ¿Por qué lo haría cuando estamos hablando tan amablemente?", aseguró Trump.

La de Kim Yong-chol fue la primera visita de un alto funcionario norcoreano a la Casa Blanca desde 2000, cuando el jefe del Ejército de Corea del Norte, Cho Myong Rok, acudió allí para invitar al entonces presidente Bill Clinton a Pyongyang para hablar sobre sus programas nuclear y de misiles, algo que no llegó a suceder.

Pese al optimismo de Trump, queda mucho por hacer para acercar posturas antes de la cumbre de Singapur, sobre todo después de que Kim Jong-un subrayara su deseo de desmantelar su programa atómico de forma "progresiva", y no unilateralmente.

Preguntado por si confía en la palabra de Kim sobre la desnuclearización, Trump dijo: "Sí, creo que sí. Él quiere que ocurra".

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