La Oficina Federal de Prisiones dijo el lunes que planea cerrar una prisión de mujeres en California conocida como el “club de la violación” a pesar de los intentos de reformar la problemática instalación después de que una investigación de Associated Press expuso abusos sexuales desenfrenados entre el personal y las reclusas.
La directora de la Oficina de Prisiones, Colette Peters, dijo en una declaración a AP que la agencia había “tomado medidas sin precedentes y proporcionado una enorme cantidad de recursos para abordar la cultura, el reclutamiento y la retención, el envejecimiento de la infraestructura y, lo más crítico, la mala conducta de los empleados”.
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"A pesar de estas medidas y recursos, hemos determinado que la FCI Dublín no cumple con los estándares esperados y que el mejor curso de acción es cerrar las instalaciones", dijo Peters. "Esta decisión se toma después de una evaluación continua de la efectividad de esas medidas sin precedentes y recursos adicionales".
FCI Dublin, está ubicada a unas 21 millas (34 kilómetros) al este de Oakland, es una de las seis prisiones federales exclusivas para mujeres y la única al oeste de las Montañas Rocosas. Actualmente tiene 605 reclusos: 504 en su prisión principal y otros 101 en un campo adyacente de mínima seguridad. Eso es menos que un total de 760 reclusas en febrero de 2022. Las mujeres actualmente alojadas en la prisión serán trasladadas a otras instalaciones y ningún empleado perderá su empleo, dijo Peters.
Defensores han pedido que se libere a los reclusos de la FCI Dublín, que, según dicen, no sólo está plagada de abusos sexuales, sino que también tiene moho peligroso, amianto y atención médica inadecuada.
El mes pasado, el FBI volvió a registrar la prisión y la Oficina de Prisiones volvió a reorganizar su liderazgo después de que un director enviado para ayudar a rehabilitar la instalación fuera acusado de tomar represalias contra un recluso denunciante. Días después, una jueza federal que supervisa las demandas contra la prisión dijo que nombraría un supervisor especial para supervisar las operaciones de la instalación.
Una investigación de AP realizada en 2021 encontró una cultura de abuso y encubrimiento que había persistido durante años en la prisión. Ese informe provocó un mayor escrutinio por parte del Congreso y promesas de la Oficina de Prisiones de que solucionaría los problemas y cambiaría la cultura en la prisión.
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Desde 2021, al menos ocho empleados de la FCI Dublín han sido acusados de abusar sexualmente de reclusa. Cinco se han declarado culpables. Dos fueron condenados en el juicio, incluido el exdirector, Ray García. Otro caso está pendiente.
En agosto pasado, ocho reclusas de la FCI de Dublín demandaron a la Oficina de Prisiones, alegando que la agencia no había logrado erradicar el abuso sexual. Amaris Montes, abogado de los demandantes, dijo que los reclusos seguían enfrentando represalias por denunciar abusos, incluido el aislamiento y la confiscación de sus pertenencias.
Toda actividad sexual entre un trabajador penitenciario y un recluso es ilegal. Los empleados penitenciarios tienen un poder sustancial sobre los reclusos, controlando todos los aspectos de sus vidas, desde la hora de comer hasta el apagado de las luces, y no existe ningún escenario en el que un recluso pueda dar su consentimiento.
