Unos 800 trabajadores de la ciudad de San Francisco pidieron exenciones médicas o religiosas para evitar una fecha límite para vacunarse o perder sus trabajos, pero la ciudad no aprobó ni una sola solicitud, dijo un funcionario de recursos humanos.
Aproximadamente 1.900, o el 5,5% de la fuerza laboral de 35.000 empleados de la ciudad, no han cumplido con el mandato de estar completamente vacunados contra el COVID-19 antes del 1 de noviembre, dijo Mawuli Tugbenyoh, jefe de políticas del Departamento de Recursos Humanos de San Francisco.
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Se esperaba que los oficiales de policía, bomberos y otros empleados que trabajan en entornos de alto riesgo estén vacunados para el miércoles. Sin embargo, entre ese grupo, 260 empleados de la policía, los bomberos y el alguacil buscaron exenciones religiosas o médicas, dijo.
Tugbenyoh dijo que las solicitudes se estaban revisando "lo más rápido posible", pero no dijo cuántas se han considerado y denegado.
San Francisco anunció el mandato el 23 de junio, convirtiéndose en la primera gran ciudad del país en exigir que todos sus empleados se vacunen contra el coronavirus, a menos que tengan una exención religiosa o médica válida.
Incluso si se aceptan exenciones, los empleados no vacunados aún podrían ser reasignados a otro puesto, estar de licencia, pedirles que trabajen desde casa o dejar sus trabajos si continúan rechazando la vacuna, dijo el departamento de recursos humanos.
Unos 120 agentes de policía enfrentan el despido porque no cumplieron con la fecha límite del miércoles, dijo Tom Saggau, portavoz de la Asociación de Oficiales de Policía de San Francisco.
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"Con más del 90% de los agentes de policía vacunados y más vacunados todos los días, la prisa por despedir a los policías tiene poco sentido", dijo el sindicato en un comunicado el miércoles.
Los oficiales de policía están preparados para reasignar oficiales en caso de escasez de personal causada por empleados que no cumplieron con el plazo, dijo la alcaldesa London Breed a los periodistas.
