SOMOS LATINOS

Migrante latina es jueza de la Suprema Corte de California

Araceli Martínez Olguín nos habla de qué la inspira a servir a su comunidad.

Telemundo

Fruto de su trabajo y esfuerzo, una mujer del Área de la Bahía se ha ganado un prestigioso lugar en la Corte Suprema del Norte de California y tiene encima una gran responsabilidad: hacer justicia. Pero antes de esto fue una abogada y maestra que se dedicó por casi dos décadas a ayudar a la comunidad más necesitada. Ella es la jueza Araceli Martínez Olguín.  

Tras un largo proceso y una reñida votación que desempató la vicepresidenta del país, Araceli Martínez Olguín es ahora jueza federal de la Corte Suprema del Distrito Norte de California. Nominada por el presidente Biden, es la segunda latina en la historia en llegar a esta posición.

La jueza Martínez nació en la Ciudad de México, pero llegó al norte de California cuando era una niña, junto a su hermano y su madre. Para ella, su madre es su héroe, y a través de ella, conoce de primera mano los esfuerzos de un inmigrante para salir adelante en este país.  “Mi mamá nos trajo a Estados Unidos, porque ella buscó para ella y para nosotros cada oportunidad que podía encontrar y hasta las que nadie le quería dar” indicó.

Y así ha ido escalando. Buscando apoyo y preparándose, consiguió estudiar en Princeton y en UC Berkeley; y en el camino, ha ido reforzando su reputación como defensora de la comunidad más vulnerable, como grupos minoritarios y migrantes. “Yo pasé la gran parte de mi carrera intentando informar a la comunidad de sus derechos” comentó.

Lo ha hecho durante los últimos 18 años; litigando en organizaciones como Community Legal Services en East Palo Alto, la Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Educación y Legal Aid Work, trabajo que asegura, la mantuvo vinculada a la comunidad con la que siente algo en común.

Ese mismo sentimiento le llevó a ser maestra bilingüe en un jardín de niños de Oakland durante otra etapa de su vida “Era un salón de estudiantes mismitos como yo era cuando llegué a los Estados Unidos” dijo ver en cara cara de sus estudiantes “que todos se parecían, todos para mi podían tener la misma oportunidad de ir a Princeton”

Entre otras cosas, Araceli resalta porque se abrió camino en un campo en el que aún no es común ver a tantas mujeres. “Esta carrera de leyes sigue siendo dominada por hombres… a veces la sociedad todavía está aprendiendo cómo hacerles el espacio a las mujeres en estar en algunos papeles”

Araceli sabe que su trabajo es también una especie de llave para que más mujeres se abran paso en este mundo competitivo. “Parte de lo que yo hago es intentar hacer lo que hago de manera excelente para que otras también tengan la puerta abierta para seguir […] Espero más que nada hacer mi trabajo con la misma calidad que siempre he enfrentado cualquier otro reto. Quizá mi legado sea nada más que yo le traje justicia a la gente que vino enfrente de mí”.

Contáctanos