San José

Falsas Promesas: jóvenes aseguran que fueron forzadas a prostituirse en el bar Agave de San José

Las dos presuntas víctimas indicaron que les ofrecieron trabajo como meseras, sin embargo, después de un tiempo se dieron cuenta de que la realidad era otra.

Telemundo

Luego de escuchar los testimonios de dos jóvenes que acusan al restaurante y bar Agave Sports and Grill, en San José de haberlas engañado con un trabajo de mesera y forzarlas a prostituirse. Te podrías preguntar por qué la policía se tardó en enterarse de lo que pasaba. Estas mujeres aseguran que la razón era porque el negocio tenía la fachada perfecta.

En la tercera y última entrega de la serie investigativa falsas promesas, Yomara López nos cuenta cómo cayeron en este supuesto engaño.

En un país donde la tasa de desempleo es más de un 14% muchas jóvenes en Colombia tienen pocas posibilidades de salir adelante económicamente.

Por eso, cuando sale una oportunidad, no la desperdician.

“Una persona que tenía agregada en las redes sociales publica que se necesitaban meseras en San José, entonces yo comienzo a preguntar cómo era el cuento, que tenía que hacer, cómo pagaban, en fin”, relató María, presunta víctima de tráfico humano.

Ashley se enteró de otra manera.

“Me entero por unas amigas, estábamos buscando trabajo, estábamos aquí en Colombia y me dicen mira, tenemos una propuesta de trabajo en Estados Unidos y yo le dije okay, de que se trata? y me dijo es en un restaurante de mesera y le dije está bien, me parece excelente, éramos cinco chicas, yo era la menor de edad”, aseguró Ashley, presunta víctima de tráfico humano.

 La oferta era buena, dicen.

 “Nos ofrecían $700 por día”, dijo Ashley

Unos dos millones de pesos colombianos.

El único problema, era que el restaurante estaba en San José, California.

“Y yo fui sincera en el momento y le dije que no tengo la capacidad económica, lo que implica una vivienda o nada por el estilo”, explicó María.

Era lo mismo que le impedía a Ashley aceptar el trabajo, pero dicen el restaurante les ofreció ayuda.

“Osea era cuestión de préstamo, nos iban a dar los pasajes, una casa, el alojo, la comida, todo”, dijo Ashley.

Aseguran que las cosas comenzaron a cambiar a solo días de llegar a San José.

“Cuando comenzamos a trabajar nos quitan el pasaporte, que hasta no quedarnos a paz y salvo no nos iban a regresar el pasaporte”, indicó María.

Dicen que tenían que vestirse como los dueños querían.

 “Teníamos que utilizar minifaldas y unos escotes bastante pronunciados”, afirmó Ashley

Pero un día, Ashley dice se dio cuenta de que la engañaron.

“Hubo uno de los clientes que trató como de sobrepasarse, de querer tocarme, y yo le dije que no, que yo no estaba trabajando en eso”, aseguró Ashley.

Ashely dice reportó el incidente de inmediato y la respuesta recibida fue que para eso es que estaba trabajando allí

“El 90% de niñas que llegaban eran colombianas y todas iban bajo el engaño de ser meseras”, aseveró María.

María dice que la llevaron a vivir a Tracy, una ciudad que queda a 55 millas de San José.

“En dos habitaciones se hospedaban más de 40 mujeres, solo mujeres, más que todas, chicas, jóvenes muy bellas”, puntualizó María.

Asegura que el bar Agave era solo una fachada.

“Se supone que nosotras éramos turistas, como estábamos acompañando a los clientes”, dijo María.

 Pero la realidad era otra, dice María

 “Tenían como si fueran promociones, por eso te digo cuando entraban ellos armaban sus promociones, que chica quiere, qué es lo que va hacer, cuesta tanto”, aseveró María.

María asegura que el negocio de prostitución no ocurría en Agave y que evitaban dejar pruebas por si las autoridades llegaban.

“Dentro del bar no había piezas, cliente que quisiera tener un ratito tenía que pagar el servicio aparte”, explicó María.

María dice que le pagaban de una forma indignante e inhumana.

“Y nos marcaban las manos usted pago tanto y tanto y así nos pagaban”.

Ashley y María sentían en ese momento, que no tenían opción para salir de esta situación, pero dicen lograron hacerlo meses después, aunque no quieren que divulguemos cómo fue que escaparon de esta situación por miedo a represalias contra ellas o sus familias. Quieren dejar lo vivido en Agave, en el pasado y quieren tener una vida normal.

Algo que dicen no ha sido fácil.

“Tratar con hombres ha sido una experiencia difícil, de verdad muy difícil para mí. Cuando llegué acá no dormía, sentía como si me vigilaban. Yo sentía Dios mío me los voy a conseguir en cualquier momento, cambiaba mi número cada mes. Tuve que ir a un psicólogo”, dijo Ashley.

Perla Flores trabaja para la organización Community Solutions, que brinda recursos a víctimas de tráfico humano en el condado Santa Clara, describe a estas dos jóvenes como sobrevivientes de tráfico humano.

“Si una persona viene, oh yo pensé que iba a trabajar como mesera y ahora me están diciendo que tengo que hacer el trabajo de servicios sexuales eso ya se considera trata de personas”, explicó Perla.

Dice estos casos son comunes. 

 “Apoyamos un promedio de 250 a 300 víctimas de trata de personas aquí en el condado Santa Clara”

En el caso de Ashley y María hubo señales desde el principio.

“Una bandera roja es que si alguien te dice que vengas a este país, aunque no tengas permiso de trabajar y yo te voy a pagar en efectivo”, indicó Perla.

El director interino de la Unidad de Tráfico Humano del Departamento de Seguridad Interna, Ramón Padilla dice que en la mayoría de los casos se involucran en este tipo de investigaciones por reportes que reciben de iglesias y organizaciones comunitarias.

 “Usan varios medios el internet, hasta personas conocidas para ofrecerles el trabajo”, dijo Padilla.

Explica que su misión como agencia federal es ayudar a las víctimas sin importar sus estatus migratorio en este país.

 “El propósito de ICE, de DHS no es deportar víctimas de trata humanas, como mencioné los programas de presencia continua y la visa T, son medios que nosotros aseguramos que estas víctimas puedan ayudarnos para asegurar que los criminales sean enjuiciados”, indicó.

María y Ashley, quieren que se haga justicia.

 “Que lo cierren y que puedan sacar a las otras chicas de verdad que sí, esta situación que pasó con esta chica colombiana que murió allí, de verdad que es un pesar y de verdad me dolió mucho y no quiero ni imaginar lo que pasó con ella y con todas las que están allá. Por todo lo que yo pasé, me imagino si la están pasando igual o peor”, indicó Ashley.

El 7 de octubre del 2021, la abogada de los acusados, Dania Marie Baker nos envió un comunicado que dice en parte:

“Mientras que la ciudad de San José entabló una demanda por estorbo público, son alegaciones y no hechos comprobados. Ninguna de las alegaciones ha sido probada como ciertas o justificadas. Agave se mantiene firme en su posición de que no fomenta ni promueve actividades ilegales y asegura que esas alegaciones son falsas y sin fundamentos.

Agave voluntariamente tomó parte y negoció un acuerdo con la ciudad de San José en lugar de entrar en una batalla legal en momentos en los cuales se han visto económicamente afectados por el covid. si aún existe alguna culpabilidad, agave ha pagado acordando cerrar sus puertas de forma voluntaria”.

Y efectivamente el pasado 30 de septiembre, la policía de San José ordenó el cierre del Agave Sports Bar and Grill en o antes del 17 de octubre, y enfrentan varias multas. También les suspendieron su licencia para vender alcohol.

Si usted es víctima de tráfico humano o sospechosa que alguien lo es puede llamar a estos teléfonos:

  • Community Solutions : (877) 363 -7238
  • National Human Trafficking Hotline: (888) 373-7888.    
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