Votantes en San Francisco tendrán la opción de decidir cómo abordar el problema de drogadicción que azota la ciudad en las elecciones primarias del 5 de marzo.
“Es inaceptable que las familias y los niños aquí en San Francisco vean a personas adictas a las drogas y muriendo en nuestras calles”, aseguró London Breed, alcaldesa de San Francisco.
Quienes apoyan la propuesta aseguran que esto sería una ventaja para la ciudad.
“Que va ayudar a la ciudad porque en el 2023 teníamos 800 personas que murieron de fentanilo y tenemos que hacer más para parar esto”, dijo Joe Arellano, vocero campaña “Sí a la prop F”.
Bajo la propuesta, aquellos que soliciten dinero de la ciudad tendrían que participar en pruebas de detección, evaluación y tratamiento de drogas para ser elegibles.
“La ciudad de San Francisco tiene más de $30,000 tratamientos que las personas pueden usar. Esos son tratamientos que las personas pueden hacer en el hospital, afuera del hospital”, indicó Arellano.
Sin embargo, organizaciones como la Fundacion del SIDA de San Francisco y la Coalición de desamparados argumentan que obligar a alguien a recibir tratamiento no daría los resultados que London Breed promete.
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Javier Bremond, vocero de la Coalición de Desamparados de San Francisco, acusó a la medida de ser injusta, agregando que limitar la asistencia monetaria para quienes dependen de ella solo conseguiría que más personas terminen en las calles.
Bajo la propuesta, quien se niegue a recibir tratamiento no recibiría el beneficio mensual de $105 en efectivo para quienes no tienen un hogar, y $697 para los residentes que sí.
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“Personas que no viven en San Francisco están viniendo a San Francisco consiguiendo este dinero de la ciudad, y después yendo a las calles a comprar fentanilo y eso no es correcto”, indicó Arellano.
Doctores señalan que padecer y tratar la drogadicción incluye muchos retos.
“Los problemas de salud mental involucran que la persona muchas veces no entiende que tiene un problema, entonces si conocemos eso, sabemos que hay personas que no van a consentir a recibir tratamiento”, aseguró Julio Monterrey, médico psiquiatra.
Críticos de este plan insisten que se trata de una estrategia política para quedar bien con la ciudadanía durante un año de elecciones.
Pero, aquellos detrás de la campaña a favor de la "F" dicen que la solución es sencilla:
“Si una persona esta adicta a las drogas, tendrán que entrar a un tratamiento”.
“Nadie sabe si un proyecto, una ley va a tener todo el éxito que uno espera, pero pienso que lo más importante aquí es hacer algo. El problema todo el mundo lo reconoce, todo el mundo lo puede ver”, aseveró Monterrey.
