Tuvo que pasar por muchas situaciones el equipo de Golden State Warriors para poder regresar a las Finales de la NBA después de dos años de ausencia. Lo explicó a la perfección Stephen Curry: “Klay (Thompson) vivió un proceso irreal de rehabilitación. Yo que me rompí la mano. Draymond (Green) que tuvo varios tipos de lesiones. Hemos pasado por muchas situaciones en dos años y medio, incluida una Pandemia, por lo cual hace que se valore el contexto de estar de vuelta y aspirar al campeonato”.
Los “Dubs” llegan a la definición de la NBA con la confianza de ser un gran colectivo, de gran experiencia en este tipo de escenarios y fortalecidos por cómo crecieron en esta postemporada. Pero ahora viene el gran reto: los Boston Celtics. Es ahí donde el equipo de la Bahía tendrá que sacar toda su casta y aprovechar la sapiencia de su coach Steve Kerr en este tipo de escenarios.
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Los Warriors son ligeramente favoritos, pero algo es seguro: esta serie será la más exigente que tendrán porque se trata del campeón de la Conferencia del Este y que tiene a elementos de la talla de Jayson Tatum, Jaylen Brown, Marcus Smart, Al Horford, entre otros.
Frenar el potencial de Tatum será fundamental, pero eso no significa que los Celtics no tengan otras herramientas para hacer daño. Es una situación diferente al duelo con los Mavericks, en donde Dallas sí era más dependiente de Luka Doncic.
Golden State tiene que seguir con la mentalidad de funcionamiento en bloque, en donde el aporte defensivo de Kevon Looney y Green, las apariciones ofensivas de Jordan Poole y Andrew Wiggins, además de la calidad de Thompson, sean el complemento ideal para que Curry haga la diferencia.
Sí, los “Dubs” tienen una gran posibilidad de ganar su séptimo anillo. Sin embargo, en frente tendrán al equipo más ganador en la historia de la liga junto a los Lakers. El enfoque será fundamental.
