Target anunció que cerrará un total de nueve tiendas en varias ciudades del país, incluyendo tres en el Área de la Bahía, debido al alto aumento de la criminalidad en las áreas donde se encuentran ubicados los establecimientos.
La empresa aseguró que el robo y el crimen organizado en el comercio minorista han amenazado la seguridad de sus trabajadores y clientes.
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Se tiene previsto que los cierres se lleven a cabo el 21 de octubre.
En San Francisco será cerrada la tienda ubicada en el 1690 de Folsom Street, en Oakland la que está ubicada en el 2650 de Broadway, mientras que en Pittsburg será cerrado el establecimiento ubicado en el 4301 de Century Boulevard.
Los demás cierres se llevarán a cabo en Nueva York, Seattle, Portland y Oregón.
Target describió la decisión como "difícil".
"Sabemos que nuestras tiendas desempeñan un papel importante en sus comunidades, pero sólo podemos tener éxito si el entorno de trabajo y de compras es seguro para todos", dijo Target en un comunicado el martes.
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Antes de tomar la decisión, Target dijo que había invertido mucho en estrategias para prevenir y detener el robo, como agregar más trabajadores al equipo de seguridad, utilizar servicios de guardia de terceros e instalar herramientas disuasorias de robo, como cerrar con llave la mercancía. También ha capacitado a líderes de tienda y miembros del equipo de seguridad para protegerse y reducir posibles problemas de seguridad. Pero señaló que, a pesar de esos esfuerzos, seguía enfrentando “desafíos fundamentales” para operar las tiendas de manera segura, y el desempeño comercial en estas ubicaciones era insostenible.
En San Francisco, la tienda queda justo debajo de un paso elevado muy transitado con tiendas de campaña para personas sin hogar en un vecindario principalmente comercial con talleres de automóviles. En Seattle, una de las tiendas está ubicada en una avenida muy transitada cerca de la Universidad de Washington.
Target dijo en mayo que el robo estaba afectando sus resultados y esperaba que las pérdidas relacionadas pudieran ser $500 millones más que el año pasado, cuando se estimaba que las pérdidas por robo oscilaban entre $700 y $800 millones. Eso significa que las pérdidas podrían superar los 1,200 millones este año fiscal.
La compañía explicó que todavía tendrá 150 tiendas abiertas en los mercados donde se están llevando a cabo los cierres y ofrecerá a los trabajadores afectados la oportunidad de trasladarse a otras tiendas. La Federación Nacional de Minoristas, el grupo de comercio minorista más grande del país, dijo que su última encuesta de seguridad de aproximadamente 177 minoristas encontró que la pérdida de inventario -llamada reducción- registró una tasa promedio del 1,6% el año pasado, lo que representa 112,100 millones en pérdidas. Eso es más que el 1,4% del año ant
