Los robos de autos en reconocidas zonas turísticas de San Francisco se han convertido en algo común para los residentes y quienes visitan la ciudad desde otras partes del país y del mundo.
Por esta razón, Bill Scott, anunció el jueves una estrategia para evitar que continúen ocurriendo este tipo de crímenes.
Scott informó que han aumentado el patrullaje policial en lugares donde el robo de autos es más frecuente, incluyendo el Palacio de Bellas Artes, Alamo Square y Fisherman's Wharf.
El jefe explicó que esta medida complementará el trabajo de oficiales de policía vestidos de civil que vigilan las calles y que han realizado arrestos relacionados a estos robos.
Adicionalmente, Scott explicó que también utilizarán una variedad de técnicas de investigación, incluidos carros cebo, para identificar y arrestar a los sospechosos.
"Nuestro mensaje a estos criminales es claro: si vienen a San Francisco para asaltar automóviles o cometer otros delitos, los arrestaremos", dijo Scott. “Me perturba cada vez que veo estos crímenes en las redes sociales o en las noticias locales. Los robos de automóviles son devastadores para los residentes y visitantes que deberían tener una experiencia feliz en San Francisco en lugar de la pesadilla de perder sus valiosas pertenencias personales”.
El número de delitos denunciados es actualmente inferior al de los años anteriores a la pandemia, lo que obviamente no constituye ningún consuelo para nadie que haya sido víctima.
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"Mientras trabajamos para reconstruir nuestro personal policial, debemos continuar previniendo, deteniendo y procesando a las personas que cometen robos de automóviles en esta ciudad. Esto incluye el trabajo de investigación necesario para desmantelar redes organizadas que atacan áreas específicas de San Francisco. Francisco, donde se aprovechan de nuestros residentes y visitantes", dijo la alcaldesa London Breed. "La gente no debe temer que asalten sus automóviles, ya sea que estén corriendo por la calle para hacer recados o visitando nuestra increíble ciudad por primera vez. San Francisco puede y debe ser un lugar seguro y acogedor para todos".
Así mismo, Brooke Jenkins, fiscal de distrito de la ciudad, expresó su apoyo a la policía de San Francisco asegurando que estas medidas pueden disuadir a los ladrones de cometer estos crímenes.
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"Además de disuadir este tipo de delitos, las nuevas operaciones del Departamento de Policía proporcionarán pruebas invaluables a los fiscales para que podamos garantizar que haya responsabilidad y consecuencias cuando se cometan delitos y se realicen arrestos", aseveró Jenkins.
Actualmente, el departamento de policía tiene un déficit de 600 oficiales, sin embargo, esperan cubrir estas vacantes con agentes que se graduarán próximamente de la academia.
