La comunidad de Half Moon Bay continúa apoyando a los familiares de las víctimas de la masacre ocurrida el lunes que dejó a siete trabajadores muertos, incluyendo a dos hispanos, y a un hombre herido.
El arzobispo de San francisco, Salvatore Cordileone, llevó a cabo varias misas en los dos lugares donde ocurrieron los tiroteos con el objetivo de darle fuerza divina a quienes lloran la muerte de sus seres queridos.
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"Reclamamos este lugar donde la tragedia golpeó como un lugar de amor", dijo Cordileone.
Alejandrina, cuñada de Marciano Martínez, una de las víctimas mortales, aseguró sentirse triste por lo ocurrido.
“El dolor que sentimos ahorita es muy grande”, dijo Alejandrina.
Marciano Martínez, de 50 años, es recordado por sus seres queridos como alguien a quien le gustaba ayudar al prójimo.
Entre lágrimas, su hermano Servando le pidió a Dios que perdonara al hombre que le quitó la vida a Marciano, en lo que las autoridades llaman un acto de violencia laboral.
“Deseo de corazón que Dios padre perdone al asesino que arrebató a mi compadre, hermano, amigo que arrebató la vida de Marciano Martínez”, dijo Alejandrina.
El primo de otra de las víctimas, José Romero Pérez, también lo recordó durante la misa en memoria de los fallecidos.
“Él se convirtió en un hombre responsable, respetuoso, amable con todos y muy trabajador”, indicó Renato Juárez Pérez, primo de José.
Renato dijo que su primo era originario de Oaxaca, México y solo llevaba año y medio en el país.
“Ahora mi primo inesperadamente se ha ido y de una manera trágica. Estoy muy triste y siento mucho dolor”, afirmó Renato.
La comunidad también acudió al segundo lugar donde ocurrió el otro tiroteo, en Concord Farms, donde continuó la misa y el Arzobispo también la bendijo.
Por ahora, las familias dan gracias a la comunidad por el apoyo moral, aferrándose a su fe y a sus recuerdos.
“Nos va a hacer falta mucho, mucho”, añadió Alejandrina.
