La alcaldesa de Oakland, Libby Schaaf, anunció el lunes que la ciudad cerró el 2019 con un aumento del 7 por ciento en crímenes violentos luego de haberse registrado una reducción récord del crimen en los últimos 6 años.
Schaaf dijo que en comparación con el año pasado en el 2018 los crímenes violentos se ubicaron en un 5 por ciento.
"Si bien es inaceptable ver un aumento en la delincuencia, queremos reconocer que estamos viendo el período sostenido más largo de homicidios de menos de 90 y menos de 7,000 crímenes violentos en seis años consecutivos", dijo Schaaf.
La tasa general de delincuencia en Oakland también aumentó debido en gran medida a un aumento de los delitos contra la propiedad, incluidos robos de computadoras portátiles y robos de automóviles, dijo la jefa de policía de Oakland, Anne Kirkpatrick.
Un reciente robo de computadora portátil en el distrito de Montclair de la ciudad le quitó la vida a un hombre cuando intentó detener a los ladrones.
Kirkpatrick ha formado una fuerza de trabajo con otros jefes de policía de Berkeley, Alameda, San Leandro, Emeryville y Piedmont, donde cada ciudad proporcionará dos oficiales por mes para trabajar dentro de estas ciudades para centrarse en robos de automóviles y robos de computadoras portátiles.
Autoridades informaron que con la creación del Departamento de Prevención de la Violencia ahora trabajarán directamente con las víctimas y aquellos que probablemente sean futuras víctimas o perpetradores de crímenes violentos.
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El objetivo del departamento es presentar estrategias lideradas por la comunidad y un enfoque de salud pública para poner fin al ciclo de trauma para aquellos involucrados en crímenes violentos.
El departamento será dirigido por Guillermo Céspedes.
"Estoy muy contenta de que la ciudad haya invertido en el desarrollo de un departamento de reducción de la violencia criminal y se haya reunido con el jefe Céspedes en varias ocasiones", dijo Kirkpatrick.
Céspedes comenzó su carrera como trabajador social en Oakland durante las décadas de 1980 y 1990 y luego se mudó a Los Ángeles en 2000. Ha trabajado en la prevención de la violencia con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional para reducir la delincuencia en América del Sur y África del Norte.
"Oakland no es Honduras ni El Salvador, tiene su propia personalidad única y un conjunto de características que debemos abordar", dijo Céspedes.
Por otra parte, autoridades indicaron que la violencia armada en la ciudad tuvo una disminución del 50 por ciento desde 2014 hasta el 2018.
