Un juez federal pidió al Gobernador Newsom que libere a varios reclusos para que haya más espacio y así tratar a los presos contagiados con el virus.
Más presos de California siguen muriendo por complicaciones aparentes del coronavirus, dijeron funcionarios el miércoles, cuando el gobernador Gavin Newsom se reunió con un juez federal que personalmente solicitó la liberación anticipada generalizada para permitir una mayor separación entre los prisioneros.
Otro recluso condenado a muerte en California en la prisión estatal de San Quintín, cerca de San Francisco, murió el martes en medio de un brote que ha infectado a cerca del 40% de los reclusos allí. Y un recluso de una prisión estatal de Central Valley en Corcoran murió el miércoles en un hospital externo, aunque esa prisión se ha visto mucho menos afectada.
Newsom pasó cerca de dos horas el martes con el juez de distrito estadounidense Jon Tigar en el Centro Médico de California, que alberga a algunos de los reclusos médicamente más vulnerables del estado a 40 millas al suroeste de Sacramento.
El gobernador y otros funcionarios no dijeron lo que discutieron, pero Tigar ha pedido a Newsom en repetidas ocasiones y a veces emocionalmente que libere a más reclusos para permitir que otros sean alojados o tratados durante la pandemia. Tigar está tomando medidas preliminares para volver a convocar a un panel especial de tres jueces que tiene el poder exclusivo de ordenar al estado que libere a los prisioneros.
Se tiene previsto que el jueves un grupo de legisladores, defensores, académicos y funcionarios discutan sobre el brote de COVID-19 en las instalaciones del centro penitenciario. Luego recorrerán la prisión para observar las condiciones de primera mano.
El 40 por ciento de los 3,500 reclusos que se encuentran en San Quintín han dado positivo al virus.
