El aumento repentino de casos de coronavirus en California ha cerrado escuelas y marginado a miles de policías, bomberos, maestros y trabajadores de la salud, pero los funcionarios esperan que sea de corta duración.
"Mi esperanza es que, para cuando lleguemos a febrero, estemos en el lado negativo de ver esa enorme cantidad de transmisión comunitaria", dijo el jueves la directora de salud pública del condado de Los Ángeles, Barbara Ferrer.
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El número de casos confirmados de COVID-19 en California se ha quintuplicado en dos semanas y las hospitalizaciones se han duplicado. El condado Los Ángeles, el más grande del estado con 10 millones de residentes, reportó más de 37,000 nuevos casos el jueves, que fue el nivel más alto desde que comenzó la pandemia.
El salto es impulsado por la variante Ómicron, detectada por primera vez en California a fines de noviembre. Funcionarios de salud dicen que el contacto cercano durante las reuniones festivas, especialmente entre personas no vacunadas, ha ayudado a propagar la mutación altamente infecciosa.
Pero las vacunas y las inyecciones de refuerzo protegían a muchas personas de enfermedades graves, dijeron los funcionarios de salud. Menos de la mitad de los pacientes hospitalizados con COVID-19 estaban allí debido a la infección. La mayoría fueron hospitalizados por enfermedades no relacionadas, dijo el condado.
"Vemos esto como un aumento que será, es nuestra esperanza y creencia, de corta duración", dijo el jueves el jefe de policía de Los Ángeles, Michel Moore, cuando la ciudad anunció que el virus había dejado de lado a más de 800 policías y bomberos.
Moore dijo que los agentes afectados por el COVID-19 tardaron un promedio de tres semanas en regresar al trabajo.
California
San Francisco informó el martes que 167 oficiales fueron puestos en cuarentena y 135 bomberos, ambos que representan alrededor del 8% de sus fuerzas, estuvieron ausentes debido al COVID-19. San Diego tuvo casi 200 oficiales y otro personal fuera el martes, lo que refleja un porcentaje similar del departamento.
El aumento también ha llevado a largas esperas para las pruebas de COVID mientras los padres se preparaban para enviar a sus hijos de regreso a la escuela después de las vacaciones de invierno. Si bien se han distribuido millones de kits de prueba a los condados, el gobernador Gavin Newsom y los funcionarios de salud estatales han sido criticados por los retrasos.
Cientos de personas hicieron fila el jueves por la mañana, algunos tosiendo y estornudando, en un sitio de prueba en Long Beach.
"Creo que se está saliendo de control", dijo Salvador Barragán después de autoadministrarse su hisopo nasal. "Espero que se calme".
Las pruebas de laboratorio no solo son más difíciles de obtener en medio de una demanda récord, los funcionarios dicen que están demorando más en procesar porque COVID-19 también ha agotado las filas de técnicos.
Un laboratorio de procesamiento utilizado por el condado Santa Clara ha estado enviando muestras a Texas debido a la escasez de personal, dijo la Dra. Jennifer Tong, directora médica asociada del Centro Médico del Valle de Santa Clara, al Bay Area News Group.
Las pruebas caseras listas para usar también son escasas.
La oleada de virus ha estado presionando a los sistemas escolares. Funcionarios del distrito dijeron que las 54 escuelas en el Distrito Escolar Unificado de West Contra Costa, al este de San Francisco, estarán cerradas los viernes y lunes.
Más de 5,000 estudiantes han estado ausentes todos los días esta semana, o casi una cuarta parte de los inscritos en el distrito de 28,000 estudiantes y el distrito cree que el coronavirus es el culpable, dijo el portavoz Ryan Phillips.
Uno de cada seis de los 3.600 maestros de San Francisco salió el jueves. Incluso con administradores, sustitutos y otros interviniendo, no había suficientes maestros para cada salón, Superintendente Vince Matthews.
“Este es el momento más desafiante en mis 36 años como educador”, dijo Matthews durante un receso después de ocupar el puesto de maestro de ciencias de sexto grado. "Estamos tratando de educar a los estudiantes en medio de una pandemia mientras las arenas que nos rodean cambian constantemente".
Cerca de 900 maestros y ayudantes en San Francisco se reportaron enfermos el jueves. Un grupo de educadores había pedido una salida por enfermedad, argumentando que el distrito escolar no había hecho lo suficiente para protegerlos durante el aumento. Piden más pruebas y que todos los estudiantes usen máscaras de grado médico.
No estaba claro cuántos educadores que dijeron estar enfermos participaron o tenían el virus o estaban cuidando a miembros de la familia.
Se planeó una salida por enfermedad similar para el viernes en el Distrito Escolar Unificado de Oakland. En una publicación en línea citada por el San Francisco Chronicle, los organizadores dijeron que las escuelas de Oakland "están enfrentando la mayor crisis que se recuerde". “El personal y los estudiantes se sientan en aulas medio vacías aterrorizados de ser los próximos en infectarse y llevar la enfermedad a sus sere
