Decenas de personas salieron el lunes a protestar la decisión de la fiscal del condado de Sonoma de no presentar cargos criminales contra el oficial del alguacil Erick Gelhaus, quien disparó mortalmente contra el adolescente Andy López en las afueras de Santa Rosa el pasado año.
En una conferencia de prensa, Jill Ravitch afirmó que aunque el incidente fue una gran tragedia la evidencia no indica que hubo un acto criminal.
“Dado su entrenamiento y experiencia, el (Gelhaus) creyó honesta y razonablemente que estaba enfrentando un dilema de vida o muerte, esperar a que el sujeto disparara lo que pensaba era un arma mortal”, dijo Ravitch.
López, de 13 años, caminaba por la calle el 22 de octubre con una pistola de postas que según la fiscal, era similiar a un rifle AK 47. Gelhaus, que se encontraba con otro oficial, le pidió a López que soltara el arma pero el joven no obedeció. Temiendo por su vida, el oficial disparó ocho veces, impactando a López en siete ocasiones.
La fiscal agregó que las acciones de Gelhaus fueron legales basados en la similitud del arma de postas que llevaba López con un arma real y los tiros que recibió el joven, los cuales fueron en la parte frontal de su cuerpo, lo que justifica el reclamo de defensa propia del oficial.
Durante la investigación de 9 meses, la fiscalía dijo que a López corroboraron se le había ordenado bajar el arma en dos ocasiones.
Críticos de la decisión de la fiscalía argumentaron que López no tuvo tiempo de reaccionar entre el momento en que fue abordado por la policía y el momento en que le dispararon.
La familia de López le pedirá al gobierno federal que le permitan entablar una demanda civil en contra del condado. El FBI continúa una investigación independiente para determinar si se trata de un caso de violación de derechos civiles.
Se espera que las protestas continúen el martes en la tarde frente a la oficina del fiscal de Sonoma.
