Familia salvadoreña huye de la violencia de su país

A diario los centroamericanos viven la angustia de ver como como sus parientes huyen de sus países por la violencia.

El 30 de julio el esposo de Maritza Guillén huyó de El Salvador con una de sus hijas tras amenazas por parte de pandillas.

La menor padece de asma y hepatitis, condiciones médicas que durante el trayecto impidieron que su hija pudiera continuar la travesía.

“Tuvieron que buscar un lugar de alojamiento para que le pudieran dar medicina”, dijo Maritza.

Padre e hija fueron alojados en la Casa del Migrante del Sagrado Corazón de Jesús, en Chiapas, México. Sin embargo, la fundación le dio hasta las 8 p.m. del jueves para permanecer ahí, aun sin saber a dónde ir.

“Mi familia no tiene a donde ir”, dijo Maritza entre lágrimas. “Yo no puedo regresar, ni mis hijas no mi esposo”.

Maritza recibió a sus gemelas de 11 años el mes pasado, quienes emprendieron el peligroso viaje con coyotes desde El Salvador hasta Estados Unidos.

La madre y esposa dijo que ya es tiempo de pasar una reforma migratoria, y le pidió al presidente Barack Obama que tomara acción para ayudar a las familias que han sido separadas por la violencia.

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