Debido al aumento de muertes por COVID-19 y para evitar una acumulación de cuerpos, condados a lo largo de California están eliminando su límite de cremaciones por día.
Una funeraria en Colma hacían seis cremaciones al día, pero ahora ese número se ha duplicado.
El motivo me dicen es que los fallecidos por COVID-19 siguen en aumento y el espacio en sus refrigeradores se está terminando. Por este motivo muchas familias tienen que esperar semanas para darle un último adiós a su ser querido.
“Estamos en unos tiempos muy preocupantes, porque enterramos a cinco personas y llegan siete”, dijo Armando Santana, el gerente de la funeraria. “Comenzó la primera semana de enero y no ha parado, constantemente se está usando el crematorio”.
Dice Santana que el límite era de seis pero ahora están haciendo 12.
La funeraria está en el condado de San Mateo y el condado le envió a Santana y otros casas de luto un correo anunciando que quitaban el límite de cremaciones, ya que las muertes por coronavirus están llegando a puntos críticos.
“Compramos dos refrigeradoras grandes, como camiones, y ya estamos a punto de llenarlas y tratando de cumplir con la gente pero al tiempo no basta”, dijo Santana.
Local
Como la situación en el condado San Mateo, muchos condados a lo largo de toda California han levantado su límite de cremaciones.
Con más de tres millones de casos positivos, el número de muertes en el estado ya superó los 35 mil y la cifra de fallecidos está aumentando diariamente, solo el jueves reportaron más de 700 muertes por COVID-19 en un día.
Pero a falta de un límite, en condados como el de Los Ángeles, los distritos del aire temen por la contaminación que causan estas chimeneas de cremación
La vocera del Distrito de Calidad del Aire del Área de la Bahía, Kristine Roselius, dice que no tienen actualmente esa preocupación, pero que están revisando sus regulaciones para continuar protegiendo la calidad del aire con el aumento de la necesidad de cremaciones a causa de la crisis.
Una crisis que causa que algunas familias deban esperar días o hasta semanas para dar el último adiós.
“Esta familia tuvo que esperar tres semanas, pero como estamos tan ocupados vamos a tener que cambiar maybe a 12 semanas ... cómo está ahorita tenemos que cambiar el modo que hacemos el negocio”, dijo Santana.
Un panorama oscuro, que extiende la tragedia del COVID-19 más allá de la muerte.
