Ejército entra al quite para vigilar Acapulco

Al menos 400 militares serán responsables de la seguridad en Guerrero

Ante la crítica situación que vive el puerto de Acapulco, considerado la ciudad más violenta de México, las autoridades federales determinaron que desde este martes la seguridad de ese centro turístico esté a cargo de 400 militares.

El personal de la Secretaría de la Defensa Nacional será responsable del mando de los centros de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo, los llamados C-4, de Guerrero, que se localizan en Acapulco; la capital estatal, Chilpancingo, e Iguala, la peligrosa zona marcada por la desaparición de 43 estudiantes.

Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, informó que todo el personal que labora en los C-4 será sustituido por militares para garantizar la eficiencia en la seguridad.

El comentario del responsable de la política interior en México al parecer no fue bien recibido por el gobernador Héctor Astudillo, quien subrayó que carecen de elementos para asegurar que los responsables del C-4 tengan vínculos con la delincuencia organizada.

"Sí hay mucha relajación, me como la torta y, en lugar de atender las cámaras, platico con el compañero; algunas cosas que suceden y que lamentablemente no han permitido una coordinación y un resultado como el que se pretende", admitió en entrevista en "Radio Fórmula".

Sin embargo, aclaró que el personal que sea removido no será despedido, sino que les respetarán sus derechos laborales y recibirán capacitación para que estén preparados cuando los militares salgan de Guerrero.

Las palabras de Astudillo parecen quedarse un buen propósito, porque a decir del secretario Osorio Chong la presencia del ejército en Guerrero va para largo plazo, ya que hasta asesorarán la construcción de un Centro de Coordinación, Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo, un C-5, para brindar apoyo tecnológico a la estrategia de seguridad.

Ahora, en Acapulco están instaladas alrededor de 550 cámaras, pero al menos 90 de ellas no sirven, según admiten las autoridades municipales.

El alcalde del puerto turístico, Evodio Velázquez, sostuvo que no minimiza el repunte de la violencia en Acapulco, pero que considera que al tratarse de un centro vacacional la cobertura mediática "aumenta artificialmente la gravedad" de la situación.

Velázquez dijo en entrevista con la cadena noticiosa MVS que está comprometido en ganar "la batalla" por la seguridad.

"No nos van a ganar la batalla aquellos que quieren hacerle mal a Acapulco", subrayó. "En un año vamos a ver un Acapulco diferente, con nuevas condiciones".

Por mientras, además de la presencia del ejército, el secretario Osorio Chong dijo que también habrá otro tipo de cambios, como la designación de un "vocero único" en materia de seguridad en el estado de Guerrero.

Lo anterior, argumentó, con el fin de ofrecer "información pronta y certera que contrarreste las campañas de desinformación que impulsan los grupos de la delincuencia".

A decir del funcionario, ese vocero sería la única "vía de comunicación para estar informando prácticamente en tiempo real cuando se lleguen a dar estos hechos lamentables; por supuesto nuestro trabajo será evitar que eso suceda, pero como lo he informado, todo lleva un proceso y debemos estar listos para cualquier circunstancia adversa".

En ese contexto, el martes prestadores de servicios turísticos acusaron a la Policía Federal de mal informar sobre el supuesto doble ataque que habrían sufrido el domingo 24 de abril.

Según los hoteleros de Acapulco, nadie atacó a los policías federal de manera frontal, como habían dicho, sino que simplemente se trató de otro más de los incidentes violentos que ocurren en las calles del puerto.

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