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“Las playas son públicas”: cientos protestan con picnic masivo

Los manifestantes buscan evitar que hoteles y negocios impidan a visitantes disfrutar en la playa.

Protesta en playas de Quintana Roo
Captura de pantalla

MÉXICO - La bandera ondeó como símbolo de la unión de todos los mexicanos que fueron a defender su derecho a usar libremente las playas del país.

“Ya estamos despertando para que las playas sean públicas", era la consigna de una singular protesta.

Decenas de personas se reunieron frente a la llamada playa Mamitas, en Quintana Roo, para mostrar su enojo porque días antes dos turistas mexicanos fueron arrastrados por policías, como si fueran los peores delincuentes solo por sentarse a tomar el sol en esa zona.

Pero acciones de discriminación y uso excesivo de la fuerza como esta no son algo nuevo, dice Enrique Burton, quien ha luchado durante años en contra de la privatización de los recursos naturales en la entidad.

"Muchas de estas playas han ido cerrando sobre todo a los nacionales", afirma el activista.

En el 2015, la alerta se encendió en redes sociales luego de que una turista fue detenida y esposada por sentarse bajo una palmera frente al mismo negocio en cuestión.

Estos felinos salvajes habitan una área que está dividida por dos largas avenidas: una zanja la selva y atraviesa de norte a sur todo el estado, y la segunda conecta el centro de Cancún con la zona hotelera de la ciudad.

Pero pronto el problema se olvidó y activistas, como Antonio Ramos, han tenido que seguir luchando porque las playas en Quintana Roo y en todo México no sigan privatizándose.

"A lo largo de todo el país hemos encontrado y escuchado de todo tipo de abusos incluso hay zonas particulares como Puerto Morelos, Tulum, de que hay gente que tiene propiedades frente a la playa y no quieren que uno este sentado enfrente a sus propiedades, a pesar de que las playas son publicas", expresa Ramos.

Claro ejemplo de esto es el video que muestra cómo una mujer extranjera corre a una familia mexicana porque se detuvieron en la arena frente a su casa.

El palacio, de 164 pies de alto, se ubica dentro de una ciudad maya prehispánica en Yucatán, México. Los arqueólogos estipulan que era utilizado por la élite de esa antigua civilización.

Ante la denuncia de este último caso, representantes del gobierno federal reiteraron que “las playas son públicas” y el local aseguró que revisará a todas la empresas que tienen concesiones frente a las playas.

Pero en tanto, los mexicano aseguraron que seguirán exigiendo su derecho a usar lo que les regaló la naturaleza.

"Porque ellos tienen sus propiedades, pero el mar no les pertenece", afirma Lizbeth Ortega, turista mexicana.

Y anticiparon que, como esta vez, siempre que corran a alguien, llegarán muchos más para apoyar la causa.

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