Inseguridad

Investigan extorsión a madre de destacada politóloga

La mujer de 83 años vive una noche de pesadilla atemorizada por delincuentes.

Hombre usa varios teléfonos móviles.
Archivo

MÉXICO - La Procuraduría General de Justicia (Fiscalía) de Ciudad de México investiga la extorsión sufrida por la madre de la destacada politóloga y columnista Denise Dresser, informó este lunes la jefa del gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum.

A través de Twitter, Sheinbaum indicó que la Procuraduría abrió la investigación sobre el caso denunciado por la también académica en su columna de este lunes en el diario Reforma.

"La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México me informa que se abre Carpeta de Investigación por noticia criminal y entrará en contacto con la víctima", expuso.

Señaló que el gobierno capitalino trabaja "para disminuir la extorsión en todas sus modalidades, lo que ha permitido la detención de 42 presuntos responsables los últimos dos meses".

Asimismo, afirmó que el Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia, una organización de consulta, análisis y participación ciudadana en los renglones de seguridad pública y procuración de justicia, "fortalecerá su campaña de información y atención para advertir y orientar en casos de extorsión telefónica".

Sheinbaum apuntó que el gobierno capitalino tiene una estrategia con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno federal "para impedir la salida de llamadas telefónicas de celulares en las cárceles de la Ciudad".

En su columna periodística, Dresser denunció que la noche del sábado su madre, de 83 años, recibió una llamada a su celular en la que le pusieron un audio con la voz de la politóloga, diciéndole que había sido secuestrada y que la matarían si no seguía instrucciones precisas.

"Salió de casa en piyama y pantuflas, manejó a donde le indicaron, dejó el carro en una esquina con las llaves puestas, ingresó a un hotel en Tlalpan y ahí pasó la noche en vela, recibiendo llamadas amenazantes cada hora, esperando la siguiente indicación", narró.

La mujer "estuvo ahí ovillada, con frío, con miedo, esperando la siguiente llamada", contó Dresser.

"Temía que su celular estuviera intervenido; temía que el personal del hotel estuviera coludido. Por la mañana, escuchó pasos en el pasillo, se asomó, vio a alguien y le pasó una nota sigilosamente con un billete de 200 pesos, rogándole que hablara a su hermana en Monterrey", abundó.

La hermana de la mujer llamó a Dresser y "entre varios buenos samaritanos logramos que mi madre saliera del hotel a salvo, y finalmente la recibí en casa, llorando de alivio y de dolor y de impotencia".

"No relato la historia con ánimo de victimizarme o minimizar la angustia de otros, sino para alertar sobre un modus operandi ante el cual la autoridad debería reaccionar", sostuvo la académica.

"(El presidente) Andrés Manuel López Obrador celebra que la inseguridad y los problemas del país no le quitan el sueño; goza comer barbacoa y tuitear sobre ello. Hay quienes aplauden la bonhomía y la algarabía presidencial. Yo no. Yo le reclamo que una madre de 83 años pasó la noche creyendo que su única hija estaba secuestrada. Y su gobierno la dejó sola", acotó.

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