Un matrimonio hispano decidió ofrecer gratis parte del espacio donde se encuentra su negocio para que vendedores locales puedan ofrecer sus productos en San José.
Jaqueline González y su esposo Ramiro López son dueños de una bodega que cuenta con un estacionamiento ubicado en el 460 Perrymont Avenue.
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Al enterarse del inminente cierre del mercado La Pulga decidieron extenderle una mano amiga a los vendedores y les ofrecieron un espacio en el estacionamiento de su negocio donde cada domingo desde las 10:00 a.m., hasta las 4:00 p.m., pueden vender su mercancía.
“Esta idea surgió porque nos empezamos a dar cuenta de lo que estaba pasando en La Pulga de la Berreyersa. Están incrementando los costos y muchas personas se están quedando sin su trabajo, sin el sustento de su familia”, aseguró Jaqueline.
La iniciativa comenzó con una publicación en Facebook realizada por la Comunidad Hispana de San José y al ver la problemática por la que pasaban cientos de familias que dependen de sus puestos en La Pulga pusieron manos a la obra.
“Es una Comunidad sin fines de lucro en donde se está apoyando a estas personas a emprender sus negocios, a salir adelante a que tengan ese sustento para sus familias”, explicó Jaqueline.
Ambos comerciantes aseguran que cuentan con los permisos necesarios para llevar esta iniciativa a cabo, sin embargo, cada vendedor es responsable de tener toda su documentación en regla para vender en el lugar.
“No tenemos ninguna asociación con ellos. Casa quien es responsable por sus permisos de ventas y lo que conlleve para los productos que proveen”, indicó Ramiro, esposo de Jaqueline.
Vendedores de La Pulga aseguran que la ayuda recibida por Ramiro y Jaqueline les ha cambiado la vida.
“No sacábamos lo que teníamos que pagar. El parqueadero, mucha gente. Era más estrés, pero aquí se siente mucha paz”, aseveró Yuliana Álvarez, vendedora.
“Es una oportunidad que nos están brindando para poder nosotros dar a conocer nuestros productos. Nos hemos sentido bien cómodos aquí”, afirmó Jorge Cruz, vendedor
Telemundo 48 contactó a la Ciudad de San José para conocer sobre el proceso legal que deben seguir tanto los propietarios del espacio como los vendedores y aseguraron:
“La ciudad no dice cuáles vendedores pueden participar en cual evento. Cuando le damos el permiso a la organización que está produciendo el evento ellos son los que pueden ofrecerle las opciones de participar. Los vendedores tienen que tener el permiso de la ciudad de San José o cualquier ciudad que van a trabajar y es un permiso que es para documentar los impuestos”, puntualizó Melina Iglesias, directora de eventos de la Oficina de Asuntos Consulares.
Jaqueline y Ramiro dijeron que continuarán con el proyecto durante el resto del año.
