Un hombre del norte de California fue sentenciado a 11 años de prisión luego de ahogar de su hija de 4 años en 2016 en la pila bautismal de una iglesia católica.
Gerardo Mendoza, de 47 años, había estado fumando metanfetamina durante tres días y comenzó a creer que sus dos hijos menores estaban "siendo atacados por el mal" cuando los llevó a la iglesia católica St. John the Baptist en la pequeña ciudad vinícola de Healdsburg, en California, el 20 de noviembre de 2016, dijeron las autoridades.
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La sentencia de 11 años emitida por un juez el miércoles fue predeterminada, parte de un alegato negociado por homicidio involuntario que Mendoza acordó mientras enfrentaba un juicio por cargos de asesinato, lo que podría haberlo puesto en prisión de 25 años a cadena perpetua, informó Press Democrat.
El juez de la Corte Superior del condado Sonoma, Robert LaForge, le dijo a Mendoza que varias declaraciones que hizo a los oficiales de libertad condicional antes de la audiencia del miércoles eran objetables.
"Ciertamente, les voy a dar el máximo permitido por la ley según lo que leí", dijo LaForge. “Hubo un par de cosas que fueron preocupantes. Su declaración fue preocupante.Quiero que sepas eso".
LaForge se refería a los comentarios de Mendoza a un oficial de libertad condicional, quien preparó un informe de presentación y una recomendación al tribunal de que le dio agua a su hija pero nunca la sumergió.
Los investigadores dijeron que Mendoza quería encontrar un sacerdote. Pero después de que no pudo encontrar uno, llevó a su hija María y su hijo de 9 años a una pila bautismal en forma de cruz de al menos un pie (30 centímetros) de profundidad, según muestran los documentos judiciales.
Luego llevó el cuerpo de la niña a una estación de policía cercana y se quedó desnudo en el estacionamiento trasero de la estación gritando "ayuda" y "policía" en español mientras sostenía a su hija completamente vestida y empapada, dijeron las autoridades. Su hijo de 9 años estaba junto a él vistiendo solo pantalones cortos.
La niña fue llevada a un hospital, donde fue declarada muerta. Enfrentando una posible sentencia de 25 años a cadena perpetua si es declarado culpable de ahogar a su hija, Mendoza se declaró inocente del homicidio voluntario. Una declaración de no impugnación no es una admisión de culpabilidad, sino que se trata como tal en la sentencia.
