Los altos precios de la renta y la crisis de vivienda en San José, afecta específicamente a los jóvenes estudiantes como Lindsay Rayon, quien a inicio de este semestre tuvo que mudarse a San José para seguir su sueño de estudiar animación
“Necesitamos que bajen un poco los precios porque aquí somos estudiantes y no podemos trabajar, y solo preocuparnos por vivienda porque también tenemos que preocuparnos por el estudio”, indicó Lindsay.
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La joven no pudo entrar en los dormitorios de la Universidad de San José pero encontró una habitación cerca por la que paga $1,150 mensuales que no sabe cómo pagará a inicio del próximo mes.
“Pagué este mes, pero el próximo me va a tocar buscar otro trabajo porque se me está complicando todo, el waiting list está bien largo y muchos se quedan hasta homeless a veces, tuve una conocida que iba a estudiar aquí, pero con lo del waiting list y la vivienda ya no pudo estudiar aquí, relató Lindsay.
Actualmente son 4,300 las camas disponibles en la universidad y hay una la lista de espera de 150 personas para los dormitorios, la propuesta de la universidad es comprar parte del hotel Hilton Signia, que hace unos meses cambió de propietarios y desde abril tiene la torre sur, la cual cuenta con 264 habitaciones a la venta.
"La tasa de ocupación en hoteles de la Bahía ha bajado significativamente un 6% a comparación del año pasado mientras que el número de estudiantes inscritos en la Universidad de San José aumenta cada nuevo ciclo y con esto se necesitan más viviendas asequibles en el centro de la ciudad", afirmó Alex Stettinski presidente de la Asociación del centro de San José.
Por eso considera que, si se da el acuerdo entre el hotel y la universidad no sólo los jóvenes se verían beneficiados sino también los negocios que están cada vez más vacíos en las cuadras entre el centro y el campus.
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En un comunicado el Vicepresidente de Finanzas de la universidad dijo que aún no se han finalizados las transacciones.
Pro estudiantes como Jennifer Biniano, quien actualmente debe gastar dos horas de ida y vuelta para llegar a la universidad desde Oakland usando el BART, dice que serían de las primeras en beneficiarse de estos nuevos cupos.
“Sí, ojalá que consideren abrir más campus porque si yo viviera más cerca sería más fácil, estaría más tranquila sin el estrés de tener que regresar o que se me hace tarde, y ojalá si consideren abrir más campos para nosotros los estudiantes con rentas más bajas”, indicó Jennifer.
Se espera que dentro de tres meses se decida si el edificio se convertirá en una opción de vivienda para estos estudiantes, aún la universidad no ha confirmado oficialmente este trámite y aseguraron que por el momento no pueden dar más información del trato.