vacuna contra el COVID-19

Sacerdote incentiva a residentes para que se vacunen en Gilroy

“Uno tiene que poner de su parte, no puede uno esperar que Dios va a hacer todo. como decimos a Dios rogando y al mazo dando. Necesitan de vacunarse por amor propio, por amor a sus seres queridos y por amor de Dios”, expresó el sacerdote Antonio Rubio.

Telemundo

Un sacerdote en Gilroy busca a través de su palabra incentivar a sus feligreses a que reciban la vacuna y a su vez los guía para que tomen en serio la pandemia.

Todos los jueves Antonio Rubio, sacerdote de la iglesia ST. Mary, educa a sus fieles sobre la importancia que significa proteger la salud durante estos tiempos difíciles en los que millones de personas han resultado afectadas por el COVID-19.

Rubio asegura que la alta tasa de casos positivos que se ha registrado entre la comunidad hispana de la ciudad es preocupante y por ese motivo decidió tomar cartas en el asunto.

“Y me preocupa mucho porque la tasa de infecciones es entre los latinos, 55% que es la tasa de infecciones más alta que cualquier otro grupo étnico”, indicó el sacerdote.

Además de esto, Rubio afirmó que muchas es la desinformación que existe entre las personas en cuanto a la vacuna.

“Mucha gente me dice oh padre, yo creo que la vacuna no es eficaz, y causa muchos efectos secundarios, causa que las mujeres sean infértil, lo que no es cierto”, aseveró Rubio.

Por esta razón, en un esfuerzo para que los feligreses tengan confianza y se vacunen, el padre de 72 años publicó recientemente en sus redes sociales una foto recibiendo la primera dosis de la vacuna, acción que generó confianza entre los residentes.

 “Y eso también nos impulsó a tener más confianza para vacunarnos. Gracias a Dios que yo tengo la primera dosis y ya me va a tocar la segunda”, dijo Dona Johnson, feligresa de Gilroy.

En cuanto a la controversia que surgió con la vacuna de la empresa Johnson & Johnson en la que

el Presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos aseguró que la empresa utilizaba células derivadas del aborto, Rubio enfatizó: “Al recibir la vacuna uno no está diciendo que uno aprueba el método que se usó en las investigaciones. Uno está tratando de proteger su propia salud. Todo lo que nos ha dado la ciencia es para ayudarnos, Dios nos dio estas cosas para que las usáramos”.

A pesar de esto, el mensaje del clérigo es muy claro y conciso.

 “Uno tiene que poner de su parte, no puede uno esperar que Dios va a hacer todo. como decimos a Dios rogando y al mazo dando. Necesitan de vacunarse por amor propio, por amor a sus seres queridos y por amor de Dios”, expresó Rubio.

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