Dueños de pequeños negocios han expresado su preocupación por la nueva orden de encierro preventivo ante la perdida financiera que esto representará debido a las restricciones.
José Jaimes, gerente del restaurante Portobellos en Redwood City, aseguró que la noticia fue sorpresiva ya que apenas empezaba a recuperarse de las pérdidas financieras generadas desde que inició la pandemia.
“La verdad que fue como un balde de agua fría, se esperaba pero no tan pronto cuando apenas estábamos recuperando un poco”, aseguró Jaimes.
La orden de encierro preventivo estipula que los negocios no esenciales como gimnasios, barberías, salones de belleza, sales de uñas tienen que cerrar sus puertas. En el caso de los restaurantes deben suspender sus servicios en interiores y al aire libre, solo podrán vender comida para llevar o entregar.
Pero, aunque los restaurantes tendrán esa opción los comerciantes aseguran que no es suficiente para cubrir los gastos y pagarles a los trabajadores.
“Muy preocupados económicamente, de esto (las ventas) es que dependen, no solo mi familia, sino la de todos los empleados que estamos aquí”, aseguró Jaimes.
Se espera que la orden de encierro preventivo entre en vigor poco antes de la medianoche del jueves.
