Uno de los grandes retos que enfrentan las personas que se encargan de rastrear los casos positivos de coronavirus en San Francisco es lograr que los afectados provean una lista de contactos de las personas que estuvieron expuestas.
“El reto más grande es poder hablar con todos, porque a veces no todos viven en familia, a veces viven en casas con otras personas que no conocen muy bien”, dijo Luis Hernández, investigador de casos de coronavirus.
Luis explicó que una vez que una persona da positiva al virus recibirá una llamada de un investigador que buscará determinar el círculo familiar, laboral y social donde pudo haber propagado el virus.
Los rastreadores se encargan de contactar a todo el círculo de personas que estuvo expuesto para que se realicen la prueba en el Centro de Convenciones Moscone, donde la Ciudad habilitó un centro de comando en la lucha contra la pandemia.
Un equipo de 250 personas trabaja en parte de la investigación y el rastreo, sin embargo, la parte más importante del contacto con los afectados es ganar su confianza.
“Toda información es confidencial, nosotros no reportamos nada a inmigración, es muy importante que la comunidad latina sepa que estamos aquí para ayudarlos”, aseguró Hernández.
Es de suma importancia que estos rastreadores obtengan la información necesaria, ya que, de esta manera las personas afectadas podrán obtener información valiosa para obtener asistencia de comida, artículos de limpieza y hasta información sobre hoteles a donde pueden acudir mientras se encuentren en cuarentena.
Local
Actualmente casi el 40% de estos trabajadores hablan español, sin embargo, la meta es llegar al 50%.
