Una invasión de pavos se ha vuelto un verdadero dolor de cabezas para quienes trabajan en las instalaciones de la NASA en Mountain View.
Desde hace dos años, el grupo de aves hizo de este lugar su hábitat, sin embargo, se han convertido en un problema porque picotean a los automóviles, detienen el tráfico, dejan sus desechos por todos lados y son un peligro para las aeronaves que utilizan en la base aérea.
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El Departamento de Agricultura de la mano con funcionarios de la base AMES decidieron sacar a las aves del lugar.
La NASA contrató a cazadores profesionales que se encargarán de reubicar a los animales.
Los 20 pavos serán llevados a la zona del Valle de San Antonio, una reserva ecológica de 3,000 acres en Livermore.
Allí serán examinadas para detectar si sufren o no de alguna enfermedad.
