Pequeñas grietas aparecieron en el nuevo vertedero de concreto en la presa Oroville pero, según funcionarios del estado de California, no representan una amenaza.
En una de las cartas previamente no divulgadas, los reguladores federales pidieron a los funcionarios del Departamento de Recursos Hídricos (DWR por sus siglas en inglés) que explicara las grietas capilares en el nuevo conducto de control de inundación de la represa, informó la radio KQED de San Francisco el martes. La carta es de octubre.
La Comisión Federal Reguladora de la Energía también preguntó a los funcionarios del agua qué pasos, si los hubiera, se podrían tomar para arreglar el problema.
Los funcionarios de agua respondieron en noviembre que los pasos tomados para construir un aliviadero más durable causaron las grietas y siempre se anticipó.
"Las grietas capilares son el resultado de algunos de los elementos de diseño incluidos para restringir las losas y producir una estructura robusta y duradera", decía la carta, agregando que el agrietamiento "se anticipó y no se espera que afecte la integridad de las losas".
La evidencia y el razonamiento detrás de las declaraciones de DWR sobre la causa del agrietamiento no están disponibles para una evaluación independiente, informó la estación de radio.
El profesor de ingeniería civil de la Universidad de California, Robert Bea, que es un analista veterano de fallas en estructuras, dijo que nunca se espera que se produzcan grietas en estructuras reforzadas de concreto de alta resistencia.
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El craqueo "crea caminos para que el agua llegue a los elementos de acero incrustados en el concreto y acelere el proceso de corrosión", escribió Bea en un correo electrónico. "Dicha corrosión fue responsable de la degradación y la falla original del refuerzo de acero".
En febrero, las autoridades ordenaron la evacuación de casi 200,000 personas que vivían cerca de la presa cuando ambos aliviaderos repentinamente comenzaron a desmoronarse. Las temidas descargas incontrolables de agua sobre la presa no ocurrieron, y las autoridades permitieron a los residentes regresar a sus hogares en cuestión de días.
Funcionarios estatales han reportado que las reparaciones de emergencia y posteriores de la represa de 770 pies han costado por lo menos $640 millones, pero todos los costos todavía no han sido identificados.
