Un apagón reportado el jueves dejó al descubierto las debilidades del sistema de atención de emergencias 911 en Oakland.
“Falta de compromiso hacia la ciudadanía que haya pasado eso”, aseguró Leonel Ortega, residente de Oakland.
Aunque la alcaldesa, Sheng Thao, ni ningún administrador de Oakland estuvo disponible el viernes para entrevistas y explicar qué fallo, en un comunicado admitieron dificultades técnicas, agregando que:
"En menos de diez minutos se restauró el acceso, enrutando las llamadas al 911 a través de nuestros colegas, la oficina del Alguacil de Alameda, mientras que los despachadores de la ciudad se reubicaban en un edificio no afectado”.
Pero la situación deja un mal sabor a varios, sobre todo porque dicen que en caso emergencia, cada segundo cuenta.
El sindicato de policías por su parte no escatimo en decir que esto refleja la ineptitud de la actual administración de la alcaldesa Thao.
Y es que aluden al manejo dado al ataque cibernético a los sistemas de la ciudad en el mes de marzo “tenemos poca confianza en la repuesta del departamento de ingeniería a este último fallo”.
Las advertencias sobre problemas catastróficos en este sistema de respuesta ya se han venido dando.
La Unidad de Investigación de NBC Bay Area reveló que el sistema de respuesta es el segundo peor en el estado, la gente espera hasta 28 segundos para que le respondan a una llamada de emergencia cuando el promedio nacional es de 15, y en algunos casos, dicha demora es hasta de 54 segundos o más.
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La ciudad confirmó que “enrutar las llamadas está siendo más lento de lo normal, pero que todas están siendo respondidas y atendidas apropiadamente por la policía, los bomberos o las ambulancias.”
El sindicato agregó que “este fracaso catastrófico es una inevitable consecuencia” de recortes presupuestarios adelantados por la actual administración.
Thao envió otro comunicado el viernes asegurando que este es un problema heredado, y que desafortunadamente lo que estamos viendo es el producto de décadas de falta de inversión en la infraestructura tecnológica, que a pesar del déficit, asignó más de $9 millones para mejoras, y para dar prioridad a la contratación de personal en los puestos vacantes.