Las intensas lluvias del miércoles y el jueves dejaron incontables daños en Capitola en el condado Santa Cruz.
La ciudad costera se quedó sin electricidad y el alto oleaje afectó a al menos 10 negocios que permanecen cerrados generando miles de dólares en pérdidas para muchos comerciantes.
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“Se llevó todo el deck y los vidrios se quebraron, agua de metió adentro y ahorita no se puede hacer nada”, dijo Romario Hernández, trabajador afectado. "Tenemos desde el miércoles que no hemos trabajado porque ahorita no pueden abrir ningún restaurante y no sabemos hasta cuándo podamos volver a trabajar y a ver cómo le hacemos para pagar los billes”.
En una conferencia de prensa el jefe de policía explicó que están enfocando todos sus esfuerzos en una calle comercial y buscan declarar estado de emergencia para usar los fondos para ayudar a los trabajadores y propietarios afectados.
Autoridades lanzaron un sistema por color, donde los edificios marcados con verde tienen acceso con precaución, los de color amarillo tienen acceso tras una inspección y los de color rojo sin acceso.
Las enormes olas alcanzaron los 35 pies de altura destruyendo el mulle de la ciudad, de 40 pies de altura y 900 pies de largo.
Residentes aseguraron que debido a la suspensión del servicio eléctrico sus alimentos se dañaron y no tienen calefacción.
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Cuadrillas de limpieza acudieron el miércoles a la zona para remover los escombros dejados por las inundaciones.
Autoridades les recomendaron a las personas evitar acercarse a las playas y a las rocas ya que la marea alta representa un peligro.
