Llega de Japón atún con radiación

A través del vasto Océano Pacífico, llegó desde Japón hasta a las costas de los Estados Unidos, a 6,000 millas de distancia, el Atún de Aleta Azul contaminado de la radiación que se escapó de una planta nuclear japonesa. Siendo esta la primera vez que un enorme pez migrante, lleva radiación a través de una distancia tan grande. "Francamente estábamos algo sobresaltados", dijo Nicholas Fisher, uno de los investigadores que informaron los resultados, el lunes en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias. Los niveles de cesio radiactivo fueron 10 veces mayor a la cantidad registrada en el atún en las costa de California en los años anteriores. Pero aun así, es todavía muy por debajo de los niveles seguros para el consumo establecidos por los gobiernos de Estados Unidos y el Japón. Anteriormente, peces pequeños y plancton fueron encontrados con niveles elevados de radiación en aguas japonesas después del terremoto de magnitud 9 ocurrido en marzo del 2011, el cual provocó un tsunami que dañó gravemente los reactores de Fukushima Dai-ichi. Pero los científicos no esperaban que la lluvia radiactiva se quedara en un enorme pescado que navega por el mundo, ya que estos peces pueden metabolizar y derramar las sustancias radioactivas. Uno de los peces más grande y más rápidos, es el Atún de Aleta Azul del Pacífico, que puede crecer hasta 10 pies y pesar más de 1,000 libras. Ellos desovan en las costas de Japón y nadan al este a una velocidad vertiginosa a las aguas frente a California y la punta de Baja California, México. Cinco meses después de la catástrofe de Fukushima, Fisher de la Universidad Stony Brook en Nueva York y su equipo, decidieron examinar al Aleta Azul capturado en las costas de San Diego. Para su sorpresa, muestras de tejidos de los 15 atunes capturados contenían niveles de dos sustancias radiactivas - ceisum-134 y cesio-137 - que eran más altas que en las capturas anteriores. Para descartar la posibilidad de que la radiación fue llevada por las corrientes oceánicas o depositadas en el mar a través de la atmósfera, el equipo analizó también el Atún Aleta Amarilla, que se encuentra en el Pacífico oriental, y el Atún Rojo que migró hacia el sur de California antes de la crisis nuclear. No se encontraron rastros de los niveles de fondo de cesio-134 y sólo se encontraron rastros de cesio-137 de restos de pruebas de armas nucleares en la década de 1960. El Atún Aleta Aazul del Pacífico es muy apreciado en Japón, donde una rebanada delgada de la tierna carne roja para el sushi puede costar $24 por pieza a los mejores restaurantes de Tokio. Japón consume el 80 por ciento del Aleta Azul del Pacífico y del Atlántico. La verdadera prueba de cómo la radiactividad afecta a las poblaciones de atún viene este verano, cuando los investigadores planean repetir el estudio con un mayor número de muestras. El atún rojo que viajó el año pasado fue expuesto a la radiación durante un mes aproximadamente. Cómo esto afectará a las concentraciones de contaminación aún está por verse. Ahora que los científicos saben que el atún puede transportar la radiación, planean también seguir los movimientos de otras especies migratorias como las tortugas marinas, tiburones y aves marinas.

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