Manifestantes en California prendieron fuego a un juzgado, causaron daños en una comisaría y agredieron a policías tras una protesta pacífica el sábado por la noche, según la policía de Oakland.
Los inconformes rompieron ventanas, pintaron en las paredes, lanzaron fuegos artificiales y apuntaron láseres a los agentes, según dijo en Twitter el departamento de policía de Oakland. La policía hizo una llamada a la calma en varios tuits y pidió a los organizadores que “nos ayuden a proporcionar espacios seguros y espacios seguros para los manifestantes”.
La protesta comenzó el sábado por la noche con marchas de grupos como “Wall of Moms” (“Muro de mamás”), similar al grupo formado en Portland, Oregon, donde los manifestantes se han enfrentado a agentes federales desplegados en esa ciudad para proteger un tribunal federal. El presidente, Donald Trump, había enviado cuerpos federales a sofocar las protestas registradas cada noche desde la muerte de George Floyd en Minneapolis el 25 de mayo.
La marcha en Oakland comenzó de forma pacífica, pero derivó en violencia al avanzar la noche. En torno a las 23:30 la policía declaró una “asamblea ilegal” y pidió a la gente que se dispersara.
El incendio se registró en la Corte Suprema del Condado de Alameda y quedó contenido poco después, según medios. En un momento dado, los manifestantes estaban “rompiendo ventanas y coreando insultos racistas a los vecinos”. Imágenes tuiteadas por la policía mostraban cristales rotos y manchas de pintura arrojada contra un edificio de la policía.
