Unos hombres quisieron probar qué se siente dar a luz y se apuntaron a un experimento ofrecido por un programa de televisión.
Allí los conectaron a una máquina que simula los dolores de parto enviando choques eléctricos al abdomen y adivinen qué... todos se rindieron a los pocos segundos.
Los hombres no pudieron soportar el dolor que las embarazadas sienten por horas y a veces por días.
Los concursantes de la prueba admitieron que ahora admiran mucho más a las madres y que entienden más a sus mujeres, pues la tarea que tienen por delante no es fácil.