Un hombre en East Palo Alto recibió en agosto una sorpresa que le cambiaría la vida.
Félix Pérez se encontraba enfermo por sufrir de una insuficiencia renal grave que lo puso al borde de la muerte.
Durante 8 años recibió tratamientos de diálisis que le dejaron cicatrices en sus brazos.
Pérez dijo “era muy difícil porque después de la diálisis hay vómitos, mareo y se te baja la presión”.
Alrededor de 3 veces por semana Pérez acudía a realizarse su tratamiento donde pasaba hasta 8 horas diarias mientras se cumplía el proceso de diálisis en su cuerpo.
Los momentos con su familia eran pocos y siempre tuvo fe en que en algún momento alguien donara un riñón para poder obtener un trasplante.
La espera fue angustiosa pero el 3 de agosto recibió la llamada que tanto esperaba “me dijeron son las 7:00 a.m te queremos a las 8:00 a.m en emergencia”, dijo Pérez.
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Luego del trasplante Pérez trata de recuperar el tiempo perdido con su familia y agradece esta nueva oportunidad de vida que Dios le dio “este ha sido el mejor año de mi vida, ahora sí que volví a nacer”.