Un brote de coronavirus en un centro de enfermería especializada en la costa central de California mató a nueve personas e infectó a más de 60 residentes y personal, dijeron el miércoles funcionarios de salud.
El brote en el Watsonville Post Acute Center en el condado Santa Cruz se produce cuando las tasas de nuevos casos de COVID-19 caen en ese condado y en California en general.
El primer caso fue descubierto el 17 de septiembre cuando un residente dio positivo por COVID-19 después de ir a un hospital por razones médicas no relacionadas, dijo el Dr. David Ghilarducci, suboficial de salud pública del condado.
Las pruebas mostraron rápidamente que otras dos docenas de residentes tenían el virus, pero no mostraban ningún síntoma, dijo.
La instalación tiene actualmente 56 residentes. Actualmente, diecisiete son COVID-19 positivos y han sido separados de otros residentes, 27 dieron negativo pero fueron puestos en cuarentena debido a una presunta exposición y una docena de residentes no mostraron evidencia de exposición, dijo Ghilarducci.
Los 15 miembros del personal que dieron positivo fueron aislados en casa o en habitaciones de hotel proporcionadas por el condado, dijo Ghilarducci.
Eso causó un problema de personal y se trajeron miembros de la Guardia Nacional para ayudar, dijo.
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La mitad de las muertes ocurrieron en las últimas dos semanas y el resto ocurrió durante el fin de semana, dijo. Representan la mitad de las 18 muertes por COVID-19 que han ocurrido en el condado desde que comenzó la pandemia.
"No sabemos en este momento qué causó que esto explotara", dijo sobre el brote. "Estoy hablando con su director médico casi a diario tratando de resolver esto".
Los trabajadores estatales de salud pública también están involucrados, dijo.
Otros centros de enfermería en el condado han mostrado solo unos pocos casos en los últimos meses, dijo.
Las instalaciones de enfermería especializada fueron puntos críticos de infección por COVID-19 durante los primeros meses de la pandemia. Los residentes generalmente son ancianos y tienen una variedad de problemas de salud que los ponen en mayor riesgo de contraer un caso grave del coronavirus.
Al menos 4.692 residentes y miembros del personal han muerto, lo que representa casi un tercio de todas las muertes por COVID-19 en California desde el inicio de la pandemia, según cifras del Departamento de Salud Pública de California.
La semana pasada, el gobernador Gavin Newsom firmó una ley que exige que los centros de enfermería especializada informen las muertes relacionadas con enfermedades durante una emergencia por enfermedades transmisibles al Departamento de Salud Pública del estado en un plazo de 24 horas. La medida también requiere que los hogares de ancianos cuenten con un "preventivo de infecciones" de tiempo completo en el personal y que tengan un plan para prevenir las infecciones.
