Dueños de restaurantes en Danville se resisten a cerrar o reducir la capacidad de clientes que pueden atender a pesar de orden del condado ante un alarmante aumento en los casos de coronavirus.
El domingo, autoridades locales emitieron una orden de encierro preventivo que obliga a negocios como restaurantes, peluquerías y gimnasios a cerrar sus puertas en un esfuerzo por evitar que el mortal virus continúe propagándose.
En el caso de los restaurantes, solo podrán ofrecer comida para llevar, sin embargo, los comerciantes aseguran que podrían tener más pérdidas que ganancias.
“Me siento molesto porque acabamos de gastar dinero en carpas, calentones y en cuanto lo acabamos de comprar nos cierran nuevamente”, aseguró José Andrade, administrador de un restaurante.
Allan Shields, jefe de policía de Daville aseguró que estos negocios deben acatar la orden o de lo contrario podrían ser multados.
Shields aseguró que desplegarán oficiales que se encargarán vigilar que los negocios cumplan con las órdenes de salud.
Autoridades indicaron que las multas para negocios que violen las órdenes podrían ser de hasta 1,000 dólares.
