La feria del condado Alameda se ha convertido en una pequeña ciudad donde los bomberos que luchan contra los incendios SCU Complex pueden acudir para descansar y tomar energías para continuar con su ardua labor de controlar los incendios.
“Y es aquí donde vienen al campamento si quieren dormir, trabajan 12 horas y pueden descansar 12 horas”, aseguró José Amador, vocero de Cal Fire.
La “ciudad campamento” cuenta con remolques, carpas, lavanderías y duchas para apoyar a las cuadrillas luego de un arduo día combatiendo las llamas.
Amador aseguró que, debido a la pandemia, muchos de los apagafuegos prefieren dormir en carpas al aire libre.
Una lavandería se hace cargo de mantener sus uniformes limpios, los depositan en contenedores y luego los recogen cuando están lavados y secos.
Cuando les toca volver a la línea de fuego, cada bombero se lleva una bolsa con alimentos que pueden consumir mientras trabajan, además de agua y bebidas hidratantes.
“Es típico que cada bombero quema 6 mil calorías, por eso es importante tener esta comida”, aseveró Amador.
Local
En la cocina solo se sirven dos tiempos de comida: desayuno y cena para alrededor de la 1,600 bomberos.
Los apagafuegos también cuentan con mascarillas, desinfectantes y un medidor de temperatura que se utiliza al momento de ingresar al campamento.