El fiscal general del estado, Rob Bonta, se encuentra en Oakland el martes para hablar sobre la prevención de la violencia armada en la ciudad, que acaba de registrar su homicidio número 100.
La medida se produce a raíz de un tiroteo en la escuela relacionado con pandillas el miércoles en el que varios sospechosos siguen prófugos, así como un tiroteo en una fiesta que cobró la vida de dos hermanos adolescentes. Múltiples sospechosos aún se encuentran prófugos.
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Se esperaba que Bonta se reúna con la alcaldesa de Oakland, Libby Schaaf, y a los fiscales de distrito de los condados Contra Costa y San Joaquín en la campaña para detener la violencia armada.
