Presenta demanda contra Boeing tras muerte de esposo

Boeing ha sufrido entre abril y junio de este año el peor trimestre de su historia.

Boeing ha sufrido entre abril y junio de este año el peor trimestre de su historia, con unas pérdidas de 2,942 millones de dólares debido al coste de mantener paralizada la flota de los 737 MAX, que sigue en proceso de mejora y sin una fecha determinada de vuelta al funcionamiento.

La aeronáutica con sede en Chicago informó este miércoles de sus resultados, en los que había adelantado que registraría un cargo de 4,900 millones de dólares por los problemas derivados del modelo accidentado en Indonesia y Etiopía, con un total de 346 fallecidos, y que ha afectado a sus clientes.

Las pérdidas de la firma superan a las que vivió en la crisis financiera, de 1,600 millones de dólares, y se han reflejado también en el acumulado del año, donde Boeing ha revertido los beneficios de 4,673 millones que obtuvo en el primer semestre de 2018: hasta este mes de junio había perdido 793 millones de dólares.

Su máximo ejecutivo, Dennis Muilenburg, reiteró este miércoles que la compañía tiene como "prioridad número uno" lograr que los 737 MAX sean "uno de los aviones más seguros del mercado", tarea en la que trabaja de cerca junto a la Administración Federal de Aviación (FAA) estadounidense y los reguladores de otros países.

Muilenburg, en una conferencia telefónica con inversores y medios para analizar las cifras, recordó que el mes pasado la FAA encontró un "riesgo potencial" en el sistema de control MCAS, involucrado en los dos accidentes, y explicó que Boeing está "abordando los requisitos" para completar la certificación del 737 MAX.

Entretanto, la facturación de la compañía hasta junio se redujo un 19 % interanual, situándose en 38,668 millones de dólares, mientras que la del segundo trimestre lo hizo un 35 %, hasta 15,751 millones, reflejo de ese cargo anunciado previamente y por un fuerte impacto en el segmento de la aviación comercial, el más importante.

Según el desglose de este segmento, en el que se clasifica la línea de los 737 MAX, Boeing ha entregado 90 aviones en el segundo trimestre del año, un 54 % menos en comparación con ese tramo del ejercicio anterior, mientras que las ventas en el mismo periodo han caído un 66 %, hasta 4,722 millones de dólares.

De los 90 aviones entregados en el segundo trimestre, solo 24 eran del modelo 737, en comparación con los 137 que entregó en este trimestre de 2018. Este pasado mes de abril decidió no enviar más y ralentizar la producción para arreglar su software.

Sin ofrecer una fecha específica de vuelta al servicio, Boeing indicó que sigue haciendo pruebas y entregará el paquete final de mejoras cuando haya "satisfecho todos los requisitos de certificación" de las autoridades, quienes "determinarán el proceso" y el momento en el que se pueda "levantar la orden de paralización".

La firma espera recibir las primeras aprobaciones del 737 MAX mejorado en el último trimestre del año y Muilenburg prevé la luz verde de la FAA en torno a septiembre, pero reconoce que hay incertidumbre en cuanto a las fechas para la vuelta a la normalidad y no descarta tomar medidas si se retrasa la certificación.

"Si alguna de nuestras asunciones cambian, evaluaremos las alternativas, lo que puede suponer diferentes tasas de producción o un cierre temporal de la línea. No es algo que queramos, pero hay que cubrir todos los escenarios", afirmó el ejecutivo.

De acuerdo con las fechas que maneja, la compañía pretende aumentar su tasa de producción mensual de 42 a 57 aviones 737 MAX en 2020, pero es consciente de que "el calendario y las condiciones serán determinados por las autoridades regulatorias, y pueden diferir".

En ese sentido, Muilenburg dijo que Boeing confía en su "mejor estimación", es decir, que los aviones vuelvan a volar en el último trimestre de este año, pero cada día reevalúan la situación, no descartan ningún escenario y, en el caso de tomar medidas, sostiene que "parar temporalmente la producción podría ser más eficiente que ralentizarla".

Boeing advirtió de que las previsiones de negocio que había emitido para el conjunto del año "no reflejan el impacto de los 737 MAX" y que "debido a la incertidumbre de las fechas y las condiciones sobre la vuelta al servicio" de la flota, publicará unas cifras actualizadas próximamente.

Los resultados, divulgados antes de la apertura de la sesión en Wall Street, tuvieron una acogida mixta por los analistas, que ya esperaban pérdidas, pero tras los comentarios de Muilenburg la empresa se situó a la cabeza de los retrocesos (2,84 %) en el grupo del Dow Jones de Industriales.

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