Una excajera del banco está demandando a Wells Fargo y al hombre que administraba una sucursal de San Francisco donde ella trabajaba, alegando que llevó a la mujer de 20 años a tomar bebidas, luego la drogó y la violó en 2018.
La demandante trabajó para Wells Fargo durante aproximadamente un año cuando fue promovida y transferida a una sucursal administrada por Antonio Pérez.
Según una denuncia civil presentada en el condado de Contra Costa, Pérez supuestamente la invitó a tomar algo el 2 de junio de 2018 o alrededor de esa fecha.
A pesar de ser menor de edad, la demanda alega que Pérez y otro gerente de Wells Fargo la llevaron a un bar y luego a un club nocturno donde Pérez compró sus bebidas y finalmente le puso la droga de violación común conocida como GHB.
Más tarde vomitó y perdió el conocimiento, despertando en el auto de Pérez mientras él la atacaba, luego perdió el conocimiento nuevamente y despertó para descubrir que estaba siendo violada en su casa de Pittsburg, según la demanda. Supuestamente dijo "no", pero físicamente no pudo resistir debido a las drogas en su sistema.
La víctima fue a un hospital al día siguiente, donde se administró un kit de violación y los médicos verificaron la presencia de GHB en su sistema. Más tarde, un gerente asistente de Wells Fargo le dijo que Pérez podría haber drogado y violado al menos a otro empleado antes de su asalto, según la demanda.
Los abogados de la demandante dicen que la violación ha tenido un impacto significativo en su carrera. Luego experimentó una ideación suicida y nunca quiso volver a pisar el banco. Sus proveedores de atención médica también le aconsejaron que no volviera al trabajo.
Sin embargo, cuando solicitó ayuda a través del programa de discapacidad del banco, supuestamente le dijeron que no había razón para que no pudiera regresar al trabajo ya que Pérez había sido puesto de permiso.
Los abogados del demandante han argumentado que las acciones de Pérez constituyeron acoso sexual basado en el sexo de la víctima, y que su conducta fue lo suficientemente severa o dominante como para crear un ambiente de trabajo hostil en violación de la Ley de Empleo y Vivienda Justa.
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Acusan a Wells Fargo de no tomar medidas razonables para evitar el acoso y la agresión. También están demandando por agresión, agresión sexual e imposición intencional de angustia emocional.
La demanda busca daños compensatorios y punitivos, así como los costos legales y judiciales y cualquier otra reparación que el tribunal considere apropiada.
Cuando se le pidió que comentara sobre el caso, Wells Fargo proporcionó una declaración indicando que no podían comentar debido a un litigio pendiente.
