SALT LAKE CITY-- Un hombre se salvó de ir preso con un ardid original: afirmó que era un inmigrante ilegal y lo deportaron a México.
La fiscalía dijo que Jaime Alvarado, de 27 años, dijo en el 2010 a la policía de Salt Lake City y a las autoridades inmigratorias que su nombre era Saúl Quiroz y que había entrado ilegalmente a Estados Unidos desde México.
En ese entonces enfrentaba cargos por distribución de drogas, pero en base a su identidad falsa, las autoridades lo enviaron a México.
Usando su pasaporte estadounidense, Alvarado regresó y fue arrestado nuevamente en el condado de Salt Lake este año por una orden de arresto pendiente.
Después reconoció su artimaña y fue puesto en libertad por las autoridades inmigratorias. Esta semana fue acusado de mentir a las autoridades y un juez emitió una orden de captura.