Belinda Hernández es la fundadora y directora de la organización Ayudando Latinos a Soñar (ALAS, por sus siglas en inglés) donde por años han brindado una mano amiga a los que más lo necesitan.
“Yo crecí en Texas, en un tacho de 5 a 6 mil personas en un tiempo que fue muy difícil en Texas. Mi mamá vivió en un tiempo que tenía que ir a escuelas segregadoras, no permitían que acudieras a la escuela con otros niños por ser latino o por ser negro, y aunque crecí en otra etapa, pero en muchas formas sentí que sufrí mucho racismo”, explicó Belinda.
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Ante el miedo a la discriminación, Belinda asegura, que su familia ocultaba tradiciones de su país, nunca celebró el Día de Muertos o la cultura mexicana.
“Siempre tenía un sueño, que un día iba a irme de Texas y hacer mi vida peleando justicia”, aseguró.
Su papá siempre le dijo que la forma de marcar esa diferencia era estudiando. Belinda fue a la Universidad de San Antonio donde obtuvo su licenciatura y luego continuó con su maestría, y cuando su padre falleció, continuó esa promesa, con un doctorado en educación en la Universidad de San Francisco.
“Pero cuando me mudé a Half Moon Bay, hace 20 años, aquí descubrí una comunidad como si hubiera vivido en México por primera vez”, indicó.
En Half Moon Bay construyó su familia y tuvo a sus tres hijas, además de fundar una organización que busca ayudar a los latinos a soñar.
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¿Cómo surgió la idea de crear la organización ALAS?
“Durante el tiempo que yo estaba aquí trabajando con los jóvenes, con los niños, escuchaba mucho la injusticia que vivían en cierta forma escondidos, imposibles sin poder tomar decisiones cívicamente, sin ser escuchados y eso me motivó mucho para pelear en la forma de crear una organización que podamos decir aquí estamos juntos”, explicó Belinda.
Una organización que celebra el arte y la cultura, además de proteger los derechos de los trabajadores agrícolas y que después de la masacre en Half Moon Bay tuvo un papel esencial en ayudar a las víctimas y a sus familias.
“Esta fue una tragedia que cambió nuestras vidas y es una muestra de que tenemos que seguir luchando, trajo a la luz las necesidades de los campesinos”, aseveró.
Actualmente es una de las activistas más conocidas en el área costera del Área de la Bahía, ha recibido reconocimientos como ser nombrada Mujer del Año este 2023 y el premio Jefferson, ha ido a hablar a Washington D.C y dice continuará la lucha por los derechos de su comunidad
“Quiero que las nuevas generaciones sepan que debemos continuar y ver que hay ejemplos de éxito, que sepan que como yo sí se puede”, puntualizó.
