Melania Trump visita centro de detención en Arizona

TUCSON, Arizona - La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, volvió el jueves a la zona fronteriza del sur estadounidense, donde se reunió con los refugiados afectados por las políticas migratorias de su esposo.

“Estoy aquí para darles mi apoyo, para ayudarles, en cualquier manera que yo pueda, para el bien de los niños y de las familias”, dijo la señora Trump al reunirse con funcionarios de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos en Tucson, Arizona. También visitó un centro de detención corta para migrantes menores de edad.

Es la segunda vez que la primera dama visita la frontera en medio del oprobio general suscitado por la política de su esposo de separar a niños de sus padres cuando entran a la frontera ilegalmente. El presidente Trump firmó una orden ejecutiva que suspendió la política, pero muchas familias siguen sin estar reunificadas.

La primera visita quedó opacada por una chaqueta que vistió la primera dama y que decía al dorso: “De verdad no me importa ¿acaso a tí te importa?”. El mensaje fue considerado de mal gusto.

“A la primera dama le importan mucho los niños y cuando las noticias empezaron a surgir creo que ella estaba muy preocupada y quería asegurarse de que los niños estaban bien cuidados”, dijo su vocera, Stephanie Grisham, cuando estaba en el avión rumbo a Arizona. “A ella no le agrada ver que niños están siendo separados de sus padres”, agregó.

Cuando se le preguntó si la primera dama está de acuerdo con las políticas de su esposo, Grisham contestó: “Por supuesto que ella cree en fronteras seguras” y quiere que el Congreso mejore las leyes de inmigración, pero “ella también cree en gobernar con corazón”.

Tras la controversia desatada por la chaqueta en su primera visita, esta vez la señora Trump parecía estar decidida a evitar toda distracción, asistiendo a una charla e inspeccionando una instalación de migrantes en Tucson.

Se anunció que la primera dama se reunirá con miembros de la comunidad local, entre ellos un hacendado. Tucson está a aproximadamente una hora de la frontera con México.

“Ella realmente quiere aprender” sobre el proceso que ha llevado a que miles de niños sean separados der sus padres, dijo Grisham.

Más de 2,300 niños han sido separados de sus padres en la frontera en las últimas semanas y algunos fueron ubicados en albergues contratados por el gobierno a cientos de millas de distancia de sus padres.

El presidente firmó la semana pasada una orden ejecutiva para detener la separación de familias en la frontera, al menos por unas pocas semanas, pero la orden no abordó la reunificación de familias ya separadas.

Un juez federal ordenó el martes que miles de niños y padres migrantes se reúnan dentro de 30 días y antes si el hijo tiene menos de 5 años. La orden plantea problemas logísticos para la administración y no estaba claro cómo cumplirá con la fecha límite.

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