Prisión San Quintín reconocida por programa educativo

Al llegar a San Quintín es fácil olvidar que se trata de una prisión estatal que alberga el pabellón de los que esperan la pena de muerte. Pero detrás de los barrotes, hay sed de vida.

Centenares de prisioneros a diario se embarcan en educarse. Para prisionero Carmelo Mendez, quien lleva dos años tras las rejas por delitos de drogas y armas, es un lugar con esperanza.

"Aprender un idioma más para rehabilitarnos", él dijo. "Para cuando salgamos seamos una persona diferente y no volver a caer en este lugar".

El rango de entrenamientos es amplio, y el enfoque es ayudar a cada estudiante desde donde este.

"Empezar desde abajo, desde el abecedario porque yo no fui a la escuela", dijo José López, quien está en un programa de alcohólicos y yoga.

Entre los entrenamientos está el nivel tecnológico y universitario. Cuentan con equipos de última generación, por ejemplo, para producir piezas para la industria automotriz.

"Sentí que perdí todo", dijo Angel. Ahora estudia para ser técnico en sistemas electrónicos. "Cuando empecé a ver las oportunidades de educación que tiene San Quintín, me regreso la esperanza".

El jueves, la escuela de la prisión, llamada Robert Burton, fue reconocida por el Departamento de Correccionales como el mejor programa del estado después de cumplir con los requisitos de rigor académico, y relevancia al nivel de cualquier escuela exterior.

Mientras otras instituciones tienes de ocho a 10 programas, San Quintín cuenta con casi 80. A la vez la Administración de Correccionales está innovando al crear este premio e incentivar a otras instituciones a mejorar.

"Es impresionante, el equipo que tienen", dijo Sandra Macías, Directora de Prisión de Calipatria. "Los programas que tienen, nada de esto sería posible sin un equipo de maestros y voluntarios comprometidos".

"Yo he tenido amigos que han sido encarcelados y me explicaba cuanto les ayudaba la educación para mejorar sus vidas", dijo maestro Abel Santos.

Contáctanos