Desde la llegada de la pandemia uno de los sectores más impactados en California ha sido el del cuidado infantil obligando a algunos centros a cerrar sus puertas al no tener suficiente apoyo financiero para mantenerse a flote, según un informe de la Universidad de California en Berkeley.
El Centro para el Estudio del Empleo de Cuidado Infantil (CSCCE, por sus siglas en inglés) encuestó a 950 centros preescolares y determinó que el 25 por ciento está cerrado.
En el caso de los centros de cuidado infantil que aún continúan abiertos, las inscripciones se han desplomado, y muchos propietarios se están endeudando para mantener sus establecimientos abiertos para familias que dependen del cuidado infantil continuo, de acuerdo al informe de la universidad
"Como resultado de la pandemia, en California y en todo el país, podemos ver que el cuidado infantil es de vital importancia para nuestra economía y para los padres que tienen que trabajar", dijo Lea Austin, directora ejecutiva de CSCCE. "Pero a medida que se derrumba el cuidado infantil, muchas otras partes de nuestra economía estarán en riesgo", aseguró.
Actualmente, la comunidad hispana y la afroamericana son los que se han visto más impactados por el cierre de guarderías, ya que muchos de estos padres, han tenido que renunciar a sus empleos para cuidar de sus hijos.
Bay Area Hispano Institute for Advancement Inc. (BAHIA, por sus siglas en inglés) es un centro de desarrollo infantil bilingüe fundado en 1975 en West Berkeley. Ha estado cerrado desde marzo, y la directora ejecutiva Beatriz Leyva-Cutler sabe cómo tal pérdida puede dañar a su comunidad.
¨Si estos cierres se multiplican, las familias de bajos ingresos serán las más afectadas. Si los padres tienen que trabajar fuera del hogar y sin cuidado infantil, corren el riesgo de perder sus trabajos, lo que significa un mayor riesgo de hambre y falta de vivienda¨, dijo ¨, dijo Leyva-Cutler.
California
"También significa que los propios trabajadores de cuidado infantil enfrentan una creciente inseguridad", agregó. “Nuestros centros y nuestros trabajadores de cuidado infantil son esenciales para la economía, pero el gobierno estatal y federal solo han arañado la superficie para satisfacer sus necesidades. Parece que somos invisibles ", aseveró Cutler.
Alrededor de 34,000 instalaciones de cuidado infantil con licencia emplean a aproximadamente 120,000 maestros y personal. La mayoría son mujeres de color, en puestos que pagan salarios de pobreza por un trabajo que es muy importante para el desarrollo y la seguridad de un niño pequeño, indicó el informe.
Los dueños de centros de cuidado infantil aseguran que ha sido un reto permanecer abiertos, ya que, han experimentado una reducción en la matrícula, con un número promedio de estudiantes reducido aproximadamente a la mitad, el 77 por ciento informó la pérdida de ingresos, y un número significativo de proveedores informó que no cumplieron con el pago de la renta o la hipoteca y usaron tarjetas de crédito personales para cubrir los gastos.
"Esto simplemente no será sostenible a largo plazo", dijo Austin. “Estamos viendo un colapso. Ya ha comenzado, y sospecho que solo se ampliará a medida que avancemos ", dijo Lea Austin, directora ejecutiva de CSCCE.
Según expertos, si el sistema de cuidado infantil de California es sólido, puede jugar un papel crucial en la recuperación económica eventual. Pero si el sistema está paralizado, los esfuerzos de recuperación sufrirán. También lo harán los niños y sus familias.
"Esta pandemia ha revelado cuán importante es el cuidado infantil", dijo Leyva-Cutler. "Pero, desafortunadamente, nos hemos acostumbrado al hecho de que esta atención está infravalorada y subestimada".
