“Y le doy gracias a Dios que yo pasé la frontera, pasé todo, y los demás niños están pasando el desierto, es duro para todos”.
Las palabras de Freddy, 12, proveniente de Guatemala, conmovieron a decenas de personas que se reunieron el martes a San Francisco para mostrar su apoyo a una resolución para que la ciudad busque la forma de asistir a los menores que están cruzando la frontera.
“Nos compromete como ciudad no solamente hablar pero hacer algo”, dijo David Campos, quien presentó la resolución, que pasó de forma unánime por la junta de supervisores de la ciudad.
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Desde el pasado octubre, casi 50,000 niños centroamericanos han dejado sus países para venirse de Estados Unidos. Aunque unos fueron enviados de regreso a sus países, otros están siendo reunificados con familiares y enviados a diferentes ciudades.
“Al norte de California están llegando de 200 a 250 niños mensualmente”, dijo Larisa Dugan, directora de la organización CARECEN.
La resolución permitirá que San Francisco destine fondos adicionales para asistir legalmente y con servicios sociales a los menores que lo necesiten.
Thank you colleagues on Board of Supervisors for unanimously passing my resolution in support of unaccompanied minors from CentralAmerica — David Campos (@DavidCamposSF) julio 16, 2014
Campos también convocará una audiencia en septiembre para que los diferentes departamentos dela ciudad informen como están asistiendo a estos niños.
