Es uno de los puntos más famosos para los millones de turistas que recorren las calles de San Francisco cada año. Pero la curvada y empinada calle Lombard, en el vecindario de Russian Hill, podría cerrar este verano para aquellos que pensaban recorrerla en auto.
Y es que residentes del área han presentado quejas ante la Agencia Municipal de Transporte de San Francisco de tráfico, accidentes vehiculares, transeúntes heridos y daños a la propiedad como resultado del flujo de turistas que visitan la peculiar calle.
Como respuesta, la junta de directores de la agencia de transporte anunció una resolución temporera para cerrar el lado este de la calle que conecta con las calles Larkin y Leavenworth los sábados y domingos desde el 21 de junio al 13 de julio y el viernes 4 de julio.
El propósito es estudiar los efectos que pueda tener este cierre temporero del tránsito y, según el documento de la agencia, crear una “experiencia de transporte más segura para todos”.
El documento también establece que si el cierre temporero beneficia a los vecinos del área y a la ciudad, se podría buscar una resolución para permitir a la ciudad de San Francisco construir un portón que sea para el uso del tráfico local solamente.
Otras alternativas presentadas fueron privatizar la calle para que los dueños de las propiedades que la rodean tomen posesión de la calle, convertir la calle en un centro comercial peatonal, colocar un portón para que sólo los residentes de la calle puedan entrar y cerrar la calle durante el punto pico del tráfico.
