“Esmero con que se trabaja una obra deleitándose en ella.¨
Esta es una de las más de 14 definiciones de la palabra AMOR que existen en el diccionario de la Real Academia Española.
Tras la victoria del fin de semana por 1-0 de los Quakes ante el FC Cincinnati, Matías Almeyda pronunció esta frase en la rueda de prensa:
“El equipo defendió el resultado con mucho amor”.
Sus pupilos sostuvieron la ventaja de 1-0 pese a estar con un hombre menos por más de 40 minutos. Sin duda un trabajo con esmero que deleitó a seguidores y futbolistas por igual.
Amor
No es una palabra menor. Este equipo necesitaba sentir amor, principalmente por ellos mismos. Luego de una temporada con solo 4 victorias, la moral del vestuario telúrico no era el lugar más feliz del planeta.
Y con razón.
Almeyda sabía que sus ideas y sistemas no funcionarían si el amor propio del plantel no era restablecido. Pero ese sentimiento no nace por combustión espontánea. Tenía que cultivarse, y no hay terreno más fértil para esa semilla que el respeto y la admiración.
“El Pelado” ha conseguido en un par de meses que sus jugadores vuelvan a respetarse a ellos mismos y admirar sus capacidades. No con palabras, sino sacando lo mejor de ellos. Entrenando, viendo videos, analizando rivales y haciéndoles ver que el trabajo duro y el amor por el fútbol, los puede hacer brillar.
En las primeras 5 semanas de campeonato, ningún jugador de los Quakes logró figurar en el XI ideal de la Liga. Pero en las últimas 5 semanas, 5 jugadores distintos de San José, y el propio Almeyda, han logrado esa distinción (Anibal Godoy, Cristian Espinoza, Danny Hoesen, Shea Salinas y Nick Lima).
¿Y saben lo más hermoso del amor? Que es contagioso. La Bahía cada vez más se percata de esto y se vuelve a enamorar de su equipo de fútbol. La distancia entre aficionados y equipo, producto de los malos resultados pasados, cada vez se acorta más. El equipo ha hecho su parte, es hora de que la grada le corresponda.
Los Earthquakes han encontrado su identidad. Se mira en el espejo y se reconoce. Sabe de su potencial y de lo que son realmente capaces. El camino sigue siendo largo, pero cada vez es más dulce.
Después de todo, con Amor la vida y el fútbol son mucho mejores.
