Por dolor menstrual italianas podrían faltar al trabajo

En Italia un proyecto de ley buscaría que las trabajadoras gocen del llamado "permiso menstrual" pagado. En tal sentido se les permitiría a las mujeres que sufren de menstruación dolorosa ausentarse del trabajo durante un máximo de tres días al mes con goce de sueldo.

Este tipo de permiso no se puede equiparar con otras ausencias, como las previstas en caso de enfermedad o vacaciones.

Si se aprueba la propuesta tendrán derecho a ello las mujeres que trabajan a tiempo completo o parcial con contratos de trabajo, temporales, permanentes y de proyectos, tanto en el sector privado que en el público.

Se estima que en Italia entre 60 y 90 por ciento de las mujeres sufren de la llamada dismenorrea.

Pero no será cuestión de irse a la casa y ya. Tendrán que solicitar un certificado de un médico especialista que avalará que la mujer tiene ese tipo de menstruaciones dolorosas. Esto deberá ser renovado año tras año.

En teoría la ausencia debería ser pagada por el Instituto Nacional la Seguridad Social (al menos para las mujeres inscritas INPS), aunque este detalle no se incluyó en el proyecto de ley.

El proyecto tiene casi un año en la legislatura italiana y fue presentado por la diputada del Partido Demócrata, Romina Mura, junto con otras colegas. Es el proyecto de ley 3781 y se llama: "Establecimiento de la licencia para las mujeres que sufren de dismenorrea".

La versión italiana de Marie Claire lo describió como "un estandarte de progreso y sostenibilidad social". Pero también hay quienes critican la medida, incluyendo mujeres que alegan que esto podría revertirse en contra de ellas y ser estigmatizadas.

En tal sentido algunas mujeres creen que los empleadores podrían ser reacios a contratarlas en un país donde ya luchan por hacerse un lugar en la fuerza laboral. Una de cada cuatro mujeres son despedidas justo antes o después de quedar embarazadas, de acuerdo con el Instituto Nacional Italiano de Estadística.

La medida ya se aplica en algunos países asiáticos pero de aprobarse en Italia sería uno de los primeros del hemisferio occidental en tener tal legislación.

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