Más mujeres acusan a Trump por presunto abuso sexual

Summer Zervos, exconcursante del programa de televisión "The Apprentice", acusó de abusos sexuales a Donald Trump, candidato republicano a la Casa Blanca, un caso que se suma al destapado este viernes también por The Washington Post.

En una conferencia de prensa organizada en Los Ángeles (California), Zervos, acompañada por su abogada, Gloria Allred, afirmó que en el año 2007 Trump la besó y la manoseó en el hotel Beverly Hills de la ciudad californiana.

Zervos, concursante de la quinta temporada del programa presentado por Trump, manifestó que decidió dar un paso al frente después de que varias mujeres denunciaron supuestos abusos por parte del empresario en los últimos días, y, especialmente, tras la publicación de un video de 2005 donde se le escucha hacer comentarios sexuales sobre las mujeres con un lenguaje vulgar.

Zervos fue eliminada de la competición dentro del formato televisivo "The Apprentice" (transmitido por nuestra cadena hermana  NBC pero asegura que continuó viéndose con el multimillonario ya que ejercía como mentor suyo y veía posibilidades de trabajar para él. 

La mujer explicó  ante los medios que Trump la llamó y la invitó a cenar durante una visita a Los Ángeles. Ella aceptó y cuando se presentó en el hotel, el equipo de seguridad de Trump la acompañó hasta un bungalow -no al restaurante-, y allí se produjo el supuesto incidente.

"Me agarró del hombro, empezó a besarme de nuevo agresivamente y colocó su mano en mi pecho", dijo Zervos. "Yo me resistí y me fui a otra sala. Después reapareció, me agarró de la mano y me llevó a la habitación", apuntó la mujer.

Allí, siempre según su relato, ella le pidió que se tumbaran a ver la televisión, y cuando trató de apartarlo de su lado, Trump "comenzó a tocarse los genitales".

Una vez que llegó la cena se pusieron a hablar de negocios, pero ninguno de los planes que discutieron llegó a materializarse, por lo que Zervos considera que Trump le negó oportunidades laborales por haber rechazado acostarse con él.

Gloria Allred manifestó que hay dos testigos que pueden corroborar la historia, aunque Zervos no tiene previsto presentar una demanda.

"No existe conspiración alguna. Solo tú y únicamente tú has sido quien te ha llevado a este precipicio", indicó Allred, consciente de que la controversia ha coincidido con una caída notable de Trump en las encuestas frente a su rival demócrata, Hillary Clinton, a poco más de tres semanas de las elecciones del 8 de noviembre. 

Otra supuesta víctima alegó este martes que el candidato republicano a la Casa Blanca la toqueteó sin su consentimiento a comienzos de los años noventa, si bien la campaña del multimillonario rechazó esa inculpación.

En declaraciones al diario The Washington Post, Kristin Anderson, quien tiene ahora 46 años y trabaja como fotógrafa en California, aseguró que el incidente ocurrió en un club nocturno de Manhattan, en Nueva York.

En un mitin en Greensboro (Carolina del Norte), el multimillonario se saltó el guión que había preparado su equipo para entrar de lleno en la peor tormenta de su aventura política.

Como si estuviera preparando el terreno para una posible derrota el 8 de noviembre, Trump dijo que "los medios corruptos están haciendo todo lo posible" para frenar su "movimiento".

"Todo es un gran arreglo, una gran mentira. Esperemos que nuestro movimiento patriótico pueda superar este terrible engaño", afirmó, apelando a una base de seguidores muy movilizados y que desde el principio trascendió las fronteras del Partido Republicano.

"No podemos dejar que cambien una de las elecciones más importantes, si el 5 o el 10 % se lo cree (las acusaciones de abuso publicadas en la prensa) no ganamos. (...) O ganamos estas elecciones o perdemos nuestro país", señaló.

El magnate fue más allá en sus recurrentes críticas a los medios de comunicación y acusó a la prensa de estar "envenenando las mentes del electorado".

"Nuestros medios están enfermos y están haciendo que nuestro país enferme y nosotros vamos a parar esto. (...) Estamos destruyendo nuestro país con esas personas enfermas de ahí atrás", dijo señalando a los periodistas que cubrían su mitin.

En un comunicado posterior, el magnate admitió recordar "vagamente a la señorita Zervos" como concursante de su programa, pero subrayó que nunca se reunió con ella en un hotel ni la saludó "inapropiadamente", como asegura la mujer.

El empresario explicó que sus asesores le habían pedido que evitara entrar en la polémica y se dedicara a hablar de empleo, pero decidió desobedecer el consejo porque "cuando te golpean tienes que devolver el golpe".

"Siento que tengo que hablar de esto, porque son mentiras impulsadas por los medios, por la campaña de Clinton para mantener su control sobre nuestro país, pero es todo ficción, todo fabricado al 100 por ciento", dijo.

"Nunca he conocido a estas personas -continuó-, no sé quienes son, es algo asqueroso. No hay testigos, probablemente lo hacen por algo de fama gratis".

Pero el empresario no se quedó ahí, sino que sugirió que algunas de las mujeres que le acusan de abuso sexual no son lo suficientemente atractivas para que él intentara algo con ellas.

"Sí, voy a ir yo detrás de ella. Créanme, ella no sería mi primera elección", dijo con ironía sobre Jessica Leeds, la mujer que contó al Times que el magnate la toqueteó en un avión en 1980.

Con el mismo tono se refirió a la redactora de la revista People Natasha Stoynoff, quien asegura que Trump la puso contra una pared y la besó a la fuerza en 2005 en la pausa de una entrevista.

"Cuando vieron esa mujer horrible la pasada noche, dicen 'no lo creo, no lo creo'", afirmó el multimillonario.  NBC News ni Telemundo han confirmado de manera independiente las acusaciones que se han hecho contra el magnate.

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