Un nuevo invento llamado Skunklock promete llevar tranquilidad a los ciclistas en San Francisco.
El Skunklock es un candado con un mecanismo especial que inmoviliza la bicicleta y contiene en su interior un químico especial que se esparce cuando intentan cortarlo.
Este químico tiene un olor peculiar, es un aroma nauseabundo tan fuerte que haría vomitar a cualquiera.
Daniel Idzkowski, inventor de este sistema de seguridad afirmó que el químico es totalmente inofensivo y no causa daños “sino que se convierte en un elemento de disuasión”.
Este fabuloso invento saldrá a la venta en junio de 2017 y se espera que disminuya los altos índices de robo de bicicletas en San Francisco.
En lo que va de año un total de 700 bicicletas han sido robadas en la ciudad.